LA ROCA LUNAR

Con motivo de la celebración del 40 aniversario de la Misión Apollo XVII, la última misión tripulada que llegó a la Luna, y que puso el broche final al Programa Apollo, los días 22 y 23 de diciembre del 2012, se ha expuesto un fragmento de Roca Lunar recogido en esta misión, en Fresnedillas de la Oliva, un pueblo de la sierra madrileña.

Ha sido cedida para estos dos días, por el Museo Naval de la Armada (Madrid), al que fue donada por el hijo mayor del Almirante D. Luis Carrero-Blanco, en 2007, Don Luis Carrero-Blanco Pichot, que pensó que esta valiosa reliquia pertenecía a todos los españoles.

En diciembre de 1972 Eugene Cernan y Harrison Schmitt, fueron los dos últimos astronautas que pisaron la Luna, cuándo se encontraban recogiendo muestras de rocas lunares. Cernan, al coger una de ellas dijo “Queremos compartir un trozo de esta piedra con todas las naciones del mundo”.
El Presidente Richard Nixon ordenó que la roca traída a la Tierra por la última misión a la Luna fuera fragmentada y enviada a 135 países y a los 50 estados norteamericanos. Cada una de las rocas de la “buena voluntad”, fue encapsulada en una esfera de cristal y montada en una placa de madera junto con la bandera de la nación a la que iba dirigida, banderas que habían viajado a la Luna con el Apollo XVII, y volvieron con él.

Bajo el fragmento de la roca lunar hay escrito estas palabras. “Este fragmento es una porción de una roca del valle Taurus Littrow de la Luna. Se entrega como símbolo de la unidad del esfuerzo humano y lleva consigo la esperanza del pueblo americano por el mundo en paz”

La Estación Espacial de Fresnedillas de la Oliva, tuvo especial relevancia en el primer alunizaje del Apollo XI, desde donde se retransmitió la primera llegada del hombre a la Luna, que llevó a Armstrong, Aldrin y Collins a pisar el suelo selenita, siguieron la del Apollo XIII con las angustiosas palabras…: "¡Houston, tenemos un problema!", y esta última misión del Apollo XVII, ya que desde aquí se realizó el seguimiento y las comunicaciones con el módulo lunar para el acoplamiento con el módulo de mando en el regreso de la Tripulación a Tierra.

En este momento tan importante de la misión, en la Estación Espacial de Fresnedillas de la Oliva se encontraban los actuales Reyes de España, que por entonces eran Príncipes de Asturias, que quisieron vivir de primera mano esta experiencia inigualable y ser testigo de ello. Es el sobre conmemorativo de la Misión con la firma de ambos, que está expuesto en el magnífico y único Museo Lunar de España, que está en este pueblo.

En julio de 1973, el Gobierno de EEUU encabezado por Richard Nixon entregó a España un fragmento de roca lunar, como muestra de afecto entre naciones amigas y en agradecimiento por los servicios que prestaron las estaciones de seguimiento de las misiones.

Según Luis Ruiz de Gopegui, el ingeniero que dirigía el centro de control de la NASA en Fresnedillas, esta valiosa reliquia de la exploración espacial permaneció en el despacho de Franco hasta su muerte, y años después, entre 1989 y 1991, un hombre de nacionalidad española que decía ser un marqués intentó venderla en Londres, y ahí se pierde su pista.

Pero no fue un fragmento de roca el que se entregó a España, fueron dos, uno a Francisco Franco, jefe del Estado español, en aquella época, y otro a Don Luis Carrero-Blanco, Presidente del Gobierno, y este es el fragmento que se ha expuesto, ya que el de Francisco Franco, según uno de sus nietos, se ha extraviado y se ignora donde puede estar.

Don Luis Carrero-Blanco Pichot, presidió la charla coloquio con la que quedaba inagurada la exposición de la piedra lunar (es el tercero comenzando por la izquierda)

Ante este fragmento de roca selenita, se experimentan un mundo se sensaciones y sentimientos... donde se piensa en nuestra grandeza como hombres por los logros alcanzados, y al mismo tiempo nuestra  pequeñez ante la inmensidad de los Universos.