Las primeras alarmas salieron del observatorio astronómico de Atacama en Chile, sus 66 antenas se habían alineado solas, hacia un objeto sin identificar que había surgido del oscuro abismo de los Universos, era grande y brillante, de materia desconocida que se dirigía a la Tierra… La noticia se extendió por todo el planeta y el terror nos envolvió.
Los observatorios del mundo dirigieron sus radiotelescopios hacia ese objeto afirmando que la colisión, era inevitable, según sus coordenadas, suponían que procedía de una civilización extraterrestre, que conquistaría la tierra, después de haber destruido a muchos de sus habitantes…con una horrible pandemia, la covi 19 en la qué habían muerto muchas personas. Las televisiones de todo el mundo dejaron de emitir, solo podían dar imágenes del extraño y grandioso objeto que les llevaría a la muerte, el terror anidó en todos los corazones de los hombres ante su inminente fin y la tierra se empapó de dolor y lágrimas.

Las personas rezaban invocando a su dios, para que les librase de este apocalipsis. La ONU, convocó reuniones extraordinarias, a las que asistieron los 193 gobernantes de los países que la forman…¡hablaron y hablaron! Donald Trump se quiso erigir como líder de la resistencia con prepotencia, pero Isabel II, Pedro Sánchez, Ángela Merkel, Vladimir Putin o Emmanuel Macron, se opusieron al liderazgo, el problema era mundial, y todos unidos, deberían hallar la solución, una solución que nadie encontraba, porque destruirle con cohetes atómicos, quedó descartado ya que no sabían predecir cómo se comportaría el gigantesco objeto que día a día iba acercándose más a la tierra. Las noches dejaron de existir, porque la luz del objeto iluminaba toda la tierra con destellos cegadores que aterrorizaban a los hombres… y hacia que todos se dieran cuenta de cómo se habían portado en sus vidas, vieron su egoísmo, su prepotencia, sus odios, sus violaciones, su avaricia y sobre todo su falta de amor para con otros hombres que morían de hambre, en todas las partes del planeta. ¡Se enfrentaron a su propia conciencia y casi todos se vieron desnudos de valores…Ay, que equivocados habían vivido. Cayeron al suelo, de rodillas y llorando y gimiendo, imploraban perdón al dios en el que ellos creían esperando el fin de sus vidas!
De pronto, el grandioso objeto, al entrar en la atmósfera terrestre, comenzó a girar y girar emitiendo una cegadora luz y se quedó quieto sobre Palestina, mientras de él salían unos seres hermosísimos con vestidos de luz, que tomaron distintas direcciones mientras anunciaban el nacimiento del Hijo de Dios en la ciudad de Belén. Los hombres quedaron desconcertados ante lo que estaban viviendo. ¿Qué había pasado?
Una paz infinita llenaba ahora sus corazones, sustituyendo al miedo y al terror… ¡Belén, Belén! ¿Dónde estaba ese lugar? La mayoría buscó en Google dónde había nacido ese hijo de Dios…y quién era, hasta allí comenzaron a llegar hombres de todas etnias y razas, ricos y pobres, jóvenes y viejos, creyentes y ateos, vencedores y vencidos…era una llamada que el alma reconocía y les llamaba desde Belén
Allí, en un lugar para emigrantes ya abandonado, vieron a una joven pareja, la mujer mantenía en sus brazos a un recién nacido, nunca habían visto un niño más bello. Había en sus ojos todo el amor del mundo, un amor que llenaba de paz a quien le miraba, había es sus balbuceos toda la paz que el alma anhelaba, había en sus manitas, todas las caricias que desea el que está solo, enfermo, olvidado dentro de su pobreza, había en su boquita, todos los besos que salen del corazón y sanan heridas y traumas… Él era el cenit de todo lo que el alma anhela, era amor, amor, amor. Cada hombre al verle se iba llenando de un amor infinito, dejando salir las semillas que germinaban en su alma y habían olvidado.
Y desde entonces los hombres aprendieron a vivir de otra forma, el amor comenzó a ser la mayor virtud y la tierra fue el paraíso, que un día fue creado por el Hacedor de los Universos…
¡ EL NACIMIENTO DE UN NIÑO, HABÍA TRAIDO ESPERANZAS, PAZ Y AMOR !