Aún con telarañas de miedo pegadas a mí, después de varios días sin escribir nada, quiero volver a retomar mi vida, a ir desprecintando esa angustia que me ha envuelto en un silencio negro que tenía que disimular porque Tony estaba aún peor que yo y debía darle ánimos y ocultar mis propios sentimientos.
He visto muchas veces en TV ocurrir casos similares, pero parece que están muy lejos de nosotros y a nosotros eso no nos va a ocurrir…
Una llamada de teléfono nos sumió en una angustia sin límites. Una amiga desde mi pueblo me llamaba y me decía…¡-Nines, pasaba por tu calle y he visto que la puerta de tu casa la han reventado, no sé si hay alguien dentro o no, el marco ha sido roto y la puerta aunque está cerrada en este momento, yo la he tocado y se abre unos centímetros…¡Venid que algo ha pasado y no es nada bueno!
No me salían las palabras aunque lo había entendido perfectamente… el corazón galopó con sus crines de miedo y como entre sueños pregunté algo y lo que me dijo estaba vestido de un terror sin límites. Colgué el teléfono y como pude se lo dije a mi marido…el desayuno quedó en la mesa y cogiendo a Luna, mi yorkshire, bajamos y nos metimos en el coche, para recorrer los 200 km que nos separaban de mi pueblo. El presente se convirtió en una carrera llena de terror, por llegar cuanto antes y ver qué había ocurrido.
Yo rompí a llorar sin poderme contener ya, no sabíamos bien que podíamos encontrarnos al llegar. Las preguntas sin respuestas volaban como cuervos negros en el interior del coche… Nuestra hija estaba en su trabajo en el colegio y no salía hasta las tres, ella tiene llaves, pero no podíamos llamarla hasta esa hora y no teníamos más información.
¿Pero por qué la policía no nos había avisado?¡Para pagar toda clase de impuestos no te dejan, pero en un caso así...! ¿Por qué no nos lo habían comunicado? Esto no lo entendíamos y continuamos sin entenderlo.
Tony que es la discreción conduciendo apretaba el acelerador… decía que aunque le pusiesen una multa por exceso de velocidad, lo importante era llegar cuanto antes y ver si habían entrado para robar o aún peor, que se hubiesen instalado alguien allí dentro.
No existen las palabras para expresar el miedo y la angustia que los dos sentíamos, las palabras quedaban prisioneras en la laringe, para no poner más nervioso al otro… A mí por un momento me pareció que me lo estaba soñando, que era una pesadilla, y que despertaría en mi piso de Madrid… estaba muy mareada y como en otro tiempo, pero al sentir la mano de Tony en mi nuca acariciándome... volvía al presente. Él hace siempre este gesto cuando algo me preocupa, luego era real lo que pasaba.
Al final después de una infinita autovía, llegamos al pueblo y a nuestra casa. Dios mío, yo era incapaz de salir del coche, desde la ventanilla veía el marco de la puerta destrozada, la puerta llena de golpes y astillas de madera en el umbral y la acera. No era yo, no me reconocía ni era capaz de asumir lo que estaba viendo, solo llorar y llorar, dejando ya salir en libertad mis sentimientos acumulados durante unas horas…
Tony con mucho trabajo consiguió abrir la puerta…¡No habían podido entrar dentro de la casa…!
La cerradura había resistido las brutales embestidas…y un vecino que les oyó dar los golpes, avisó a la policía y al oír la sirena quienes fueran salieron huyendo… todo esto ocurría a las 5 de la tarde, en el centro del pueblo, en una de las calles más transitadas.
Todo parecía una horrible pesadilla, la puerta quedó arreglado hacia las 12 de la noche, carpintero, cerrajero, una alarma de varias cámaras instaladas por la casa… pero lo vivido, en mí ha quedado pegado como una telaraña y he pasado unos días que era incapaz de reaccionar, no he podido ni escribir, sentía como hormigas por todo mi cuerpo, me es aún muy difícil dormir, me despierto gritando, me duele mucho la cabeza y solo espero superar pronto esta mala vivencia…
Tenía que contar primero esto que me había ocurrido, no puedo escribir nada, porque es lo que he vivido y respirado en un tiempo que nunca imaginé vivir y por el qué nadie debería pasar nunca.
Decir los sentimientos vividos, entre el dolor y la esperanza, no sé hacerlo, solo puedo decir, que estoy como hipnotizada con la brutal imagen de la puerta destrozada, astillada, el marco fuera de su lugar, y en el terror de lo que podíamos encontrar dentro de nuestra casa, con una loca carrera llena de silencio y dolor por la infinita autovía.
Al final menos mal que no entraron, aunque el susto y la angustia que lo vuelvan a intentar siempre esta latente, nosotros estábamos una noche en la cama, despiertos, por que nos habíamos levantado al baño y a la cocina a beber agua, cuando estábamos conciliando el sueño de nuevo, oímos ruido en la puerta, mi marido salio en bolas y auyentó al ladrón dándole boces, imaginate, no esperábamos tal cosa y no teníamos nada en las manos para defendernos, no entiendo como el que vino a robar no vio 5 minutos antes las luces de la casa encendidas, es una casa de planta baja que hace esquina a dos calles, si acababamos de acostarnos. Desde entonces no duermo bien por las noches, ya hace un año y no consigo superarlo, cualquier ruido me desvela, aunque sea el crujir de los muebles o pasar alguien por la calle y oir los pasos o los jóvenes recogiéndose de fiesta, cerramos todo con llave, candado en la cancela que pusimos en el patio, ect... Imagino que es cuestión de tiempo. Saludos desde un pueblo de Granada, donde estábamos en la gloria, con la casa que nos gustó y tanto nos costó conseguir por ser de planta baja, esquina, con mucha luz y todos nuestros sueños... ha pasado a no estar agusto. Es lo que tiene la gente amiga de lo ajeno, no saben el daño que hacen, no sólo material que ya es lo de menos.
ResponderEliminarHola Sofía es cierto que el miedo y el terror, está haciendo nido ya en todos nosotros. Escuchamos o vemos en la TV casos que ocurren, pero no creemos que nos pueda padar a nosotros. Pero nadie está a salvo y en nuestros hogares, pueden si quieren, entrar en ellos.Yo he estado muy mal, aunque ya lo estoy superando. Me imagino el miedo que tu marido y tú debísteis pasar.
EliminarUn abrazo y mi cariño.
Ángeles
Una angustia muy comprensible, no saber, nos hace pensar lo peor, menos mal que no lo lograron, a mi hermana le entraron y no fue lo que se llevaron, fue lo que revolvieron y la sensación de saber que han tocado tu ropa, que han mancillado tu intimidad. Me alegro del final. Un abrazo
ResponderEliminarHola Ester, el miedo me paralizaba mientras íbamos por la autovía de Extremadura, pensar que podíamos encontrarnos al llegar al pueblo, me ha pasado factura, no poder dormir, dolores de cabeza, una angustia que me dominaba por momentos, porque no podía olvidar como encontramos la puerta de nuestra casa y lo que Tony tardó en abrir la puerta y ver que no habían podido entrar a la casa.
EliminarMi cariño con un abrazo.
Ángeles
Hoy día no podemos sentirnos seguros casi en ninguna parte. Incluso con protección de alarmas. Entran y en menos de tres minutos se llevan dinero y joyas mayormente. Si me van a robar a mí, que no esté en casa, sólo pido eso.
ResponderEliminarUna muy intersante entrada, y de una actualidad enorme.
Menos mal que acaba con un feliz final.
Un abrazo.
Es cierto que destrozaron la puerta e intentaron arrancar el marco, pero todo resistió hasta que llegó la policía. Sin embargo el miedo atenaza el cuerpo y el terror se convierte en algo sólido que paraliza.
EliminarHoy todo está arreglado y con una alarma de varias cámaras, por las habitaciones, pero aún siento en mi alma el miedo que fue nuestro compañero de viaje.
Desde el corazón, un abrazo.
Ángeles
Precioso y estremecedor relato, bueno esta lo que bien acaba..
ResponderEliminarUn abrazo..
Hola llorenç, el daño físíco se ha arreglado con dinero, pero el miedo y sus consecuencias, aun están conmigo y estoy bastante afectada aún y no sé porque no puedo dormir. Ojalá pronto quede como una pesadilla.
EliminarUn abrazo con cariño.
Ángeles
Entiendo muy bien la angustia que pasaste hasta llegar al pueblo. También lo he vivido, pero con el agravante de que se llevaron lo que quisieron.
ResponderEliminarEspero se te pase pronto ese miedo que nos queda en el cuerpo.
Besos Ángeles.
Ay Rafaela, es cierto que las secuelas del miedo, se quedan en el cuerpo, ya parece que voy consiguiendo que se quede atrás en mi vida, mas lo vivido me ha dejado su huella.
EliminarMi cariño con un abrazo.
Ángeles
Es muy latente la angustia por mucho tiempo ante una cosa así, espero que pronto puedas superarla, Angeles, poder escribirla es ya un alivio, un abrazo!
ResponderEliminarEs cierto que el miedo y la angustia duran y me impulsan en algunos momentos a revivir lo vivido... y entonces es cuando me vengo abajo, tanto que aquí en Madrid, hemos puesto la misma alarma con cámaras y sensores en todas las ventanas.
EliminarGracias por tu presencia en mi espacio y por tus palabras de ánimo.
Un abrazo con cariño.
Ángeles
Mi querida Angeles, comprendo todo lo que pasaste, amiga...Las casas tienen alma y llegamos a quererlas mucho, el mero hecho de pensar en perderlas nos duele mucho...Gracias a Dios sólo fue un susto, que no llegó a más...Dios quiera que lo vayas superando y que no vuelva a ocurrir...Hoy marcho para mi casa del pueblo y espero que todo esté en orden, amiga.
ResponderEliminarTe dejo mi gratitud por compartir y mi abrazo siempre. Feliz fin de semana, Angeles.
Ay Mª Jesús, es cierto que las casas tienen alma, yo en mi cada del pueblo, siento que me acuna cuando llego, que aunque nosotros la hayamos hecho nueva, en ese trozo de tierra, han vivido mis abuelos, bisabuelos y algo de su alma está en mi casa.
EliminarY yo lo siento, como una caricia que me acoge y me da paz.
El miedo pasado mientras corríamos por la autovía de Extremadura, aún están conmigo, me he sentido mal muchos días, pero ya lo voy superando, como una horrible pesadilla que se aleja en los pliegues del tiempo.
Desde el corazón, mi abrazo con cariño.
Ángeles
Saludos estimada
ResponderEliminarMenos mal que no pasó a mayores, pero allá como aqui en mi país se sufre y a diario de lo mismo.El descaro llega a tal que usan hasta caminones para llevarse en un abrir y cerrar de ojos todo.
En mi caso , me entraron a robar dos veces...si dos!
imagínate yo que vivo sola, me las tengo que vivir enteras, pero a pesaar de eso NO TENGO MIEDO, no se de donde me viene tanta agalla digo yo, pero vivo sola y me ha enseñado a ser valiente enfrentar esos dilemas, en los casos que me ocurrió en el primero no se llevaron mucho, pero en el segundo robaron muchas cosas...por suerte no estaba en casa, no se si que pasaría si estuviera y entraran...pero tuve que parapetarme, encerrarme en rejas ...como decimos acá en Chile, los dueños de casa encarcelados y los delicuentes libres por las calles...ahora existe una red vecinal ,donde tenemos alarmas vecinales . así si andan los pillos, uno activa toda una alarma en una cuadra y recibe apoyo de los vecinos...eso es bueno cuando uno está , pero si la casa esta sola es otra cosa...solo confío en Dios que me siga resguardando y espero que pronto tú encuentres de nuevo esa paz...nadie tiene derecho a robarte eso, nadie y menos un malhechos...
Así que ánimo, que todo pasa estimada y vuelva la tranquilidad a tu corazón.
Besos.
Gracias Magdeli, por narrarme tu experiencia y tus palabras de ánimo. Nosotros también hemos puesto alarma con cámaras por la casa y sensores en las ventanas, pero el terror vivido se ha quedado en mi alma y me ha causado mucho dolor emocionalmente, sin poder dormir y dolores de cabeza, porque no podía olvidar lo vivido y me causaba mucha angustia.
EliminarMi cariño con un abrazo.
Ángeles
A veces no se puede dominar ningún temor y la imaginación confabula con la angustia para que nos sintamos más peor aún...Nos dejamos llevar sin tener nada claro en muchas cosas que nos pasan en la vida.
ResponderEliminarHola Buscador, es cierto que el miedo se mete en el alma y crea una angustia que aumenta el terror.
EliminarSin saber bien si los ladrones estaban en nuestra casa, recorrer tantos km por una autovía larga, hace que el miedo sea compañero de viaje que nos ahoga. El daño hecho se arregló en dos días, pero el emocional, me ha tenido como paralizada, ya me voy sintiendo mejor y lo veo como una pesadilla de la que he despertado.
Un abrazo con cariño.
Ángeles
En este país apropiarse de lo ajeno está a la orden del día, recuerdo cuando las puertas en los pueblos permanecían siempre abiertas y a nadie se le ocurría entrar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Son muy ciertas tus palabras Helio, recuerdo de niña las casas de mi pueblo, todas con las puertas abiertas y sin ningún temor, ni nadie que entrase a robar a ellas.
EliminarHoy todo ha cambiado y para mal, no sé si esta etapa de vida que estamos viviendo, cambiará alguna vez, o terminaremos en átomos aniquilados por alguna bomba nuclear de las muchas que hay y se están creando.
Hoy la paz es una bandera blanca pisoteada, cubierta de sangre y horrores.
Desde el corazón, un abrazo.
Ángeles
Hola Nines, menuda experiencia como dices parece que es algo que pasa a los demás, y no a nosotros. Pero es algo que esta a la orden del día, pero veras como lo superaras. Mira el lado bueno, primero no estabas dentro, y segundo no se llevaron nada, quédate con eso, para recuperar la paz.
ResponderEliminarTe deseo paz a tu corazón. Cariñosos abrazos!
Cristina, cuanto te he recordado en estos días de angustia, lo he pasado muy mal emocionalmente, los daños ocasionados se arreglaron en dos días, pero el miedo era un negro compañero que no era capaz de echar de mi lado.
EliminarYa me voy encontrando mejor y atrás queda la pesadilla que nadie debe vivir. Esta experiencia me ha causado daño, no por lo que se podían haber llevado que solo son cosas, era por sentir que alguien hubiese entrado en nuestra intimidad y lo vulnerable que somos.
Mi cariño desde un lugar del corazón.
Nines
Aunque lo sucedido haya sido poca cosa, la intranquilidad y el susto no se quita de repente. Esperemos que el tiempo adormezca la tensión pasada... y que no vuelva a suceder.
ResponderEliminarSalu2.
Así ha sucedido Alfredo, el daño hecho se arreglo en dos días, pero la angustia y el miedo pasado me han causado dolor y emocionalmente mucho daño.
EliminarY lo peor es que ocurrió a las 5 de la tarde y lo vieron y escucharon los golpes muchas personas de mi calle, personas a las que he ayudado siempre con infinidad de papeles importantes que no saben rellenar... yo era la mejor de las personas que ellos habían conocido... y ellos no pudieron llamar a la policía. ¿Por qué? pues creo que ha sido porque ha sido alguno de ellos.
Ya voy encontrando de nuevo mi paz y duermo mejor.
Salu2.
Ángeles
Caray! si que expresas bien el momento que vivistéis, me he puesto nerviosa hasta yo!
ResponderEliminarUn placer saludarte
Júlia
Hola Julia, es cierto que nadie que no haya vivido momentos así, puede quedarse indiferente, el miedo o mejor el terror se pega al alma y hace mucho daño.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo con cariño.
Ángeles
Cuanto lo siento!!. Vaya susto!!,
ResponderEliminarUn beso y mus mejores deseos,