¡ EL CIRCO DE LA NAVIDAD !

Nunca el Circo de la Navidad, había tenido tantos actores de reparto en una comedia. Ni el mismo Shakespeare, logró reunir a tanto público aplaudiendo a payasos, saltimbanquis, buhoneros, extraterrestres...

 Cada año se representa con más éxito de público con la música de fondo de un centro comercial o las sirenas de la policía ululando en medio de una muchedumbre hambrienta de juerga y cacareando como gallinas en un corral lleno de granos de trigo.

Si pilotando una nave de exploración, hubiese aterrizado en otro planeta del sistema solar, pensaría sin dudar, que estaba en el planeta Marte, o en una de las lunas de Saturno, sin quitar la posibilidad de haber llegado a un planeta de locos, esquizofrénicos, donde se podrían clasificar como raza inferior. 

Eran de todo menos humanos, vestidos con rarísimos trajes, armas impensables de un futuro sobrecogedor, y otros con gorros rojos, barbas blancas o cuernos de alce sobre sus cabezas con enormes pelucas coloristas… la NASA me diría…¡SOS retirada… vuelva a su nave SOS…!¡Peligro, peligro...!

Porque ayer, miembros de la Gran Confederación Galáctica, se paseaban por todo Madrid, llegaban desde diferentes lugares del Cosmos, y algunos de ellos eran asquerosos y sin apariencia humana… venían a celebrar La Navidad en nuestro planeta, porque se estrenaba la película “El despertar de la fuerza” y se les regalaba una bolsa de palomitas… y era un manjar de dioses del Olimpo, que todos querían probar.

¡Y decimos que en la Tierra hay hambre…! pues recorrer años-luz por una bolsa de palomitas de maíz. Tiene pinta de una hambruna caótica. ¡Mira que si después estamos nosotros en su manjar…y nos devoran...!

Mientras…con la música del centro comercial, padres, niños, pequeños y mayores, cantaban y bailaban festejando la Navidad… Al mismo tiempo, manteros de piel oscura, con sus objetos plagiados, desplegaban y recogían su mercancía según por donde sonase la sirena de la policía, en malabarismos mágicos de fuga y rescate… 

 Con la parodia de buenos y malos, pero como todo se ha cambiado, los malos eran los polis y los buenos los manteros que solo pretendían ganar algo para poder comprar alimentos y a los que los espectadores aplaudían.

Los payasos con sus trajes de chirriantes colores y zapatones, vendían globos y hacían malabares con ellos atados a los brazos y las piernas, los niños se asombraban y al grito de ¡Viva la Navidad! 

Trataban de emular a los payasos de turno, que vendían desde pelotas fluorescentes, hasta linternas con rayo de láser con las que apuntaban a los extraterrestres de la Galaxia y ¡punnnnnn...! 

Les "mataban" sin ningún sentimiento de culpa, de igual modo, los extraterrestres pululaban apuntando con su rayo laser y sus potentes armas del futuro, directamente a la cabeza o al corazón... (así se educa a los niños desde pequeños...)

Miré al cielo buscando la paz de una estrella entre el caos que me aturdía… y cientos de bombillas multicolores me impedían ver a más de 40 metros, en esto ha derivado la Navidad, si ya es con fuso saber que Jesús no nació ni en estas fechas, ni en el año que se dice… 

¿Dónde estaba la Navidad? Con su mensaje maravilloso, que se ha adulterado, descafeinado, interpolado a golpe de fuego, muertes, inquisición o política de turno, y ha derivado en el circo que hoy es.

¡Y sentí en el alma dolor…la Navidad no está en nada de esto, ni tan siquiera en el maravilloso árbol talado, muerto sin ningún indulto. La Navidad, hay que sentirla y vivirla en el corazón, ahí tiene su nido con su mensaje de amor, todo lo demás son abalorios de hojalata...!

¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!