El sol había derramado su luz en brasas de calor en un día llagado de fuego, ahora una suave brisa se enredaba en las horas de la noche. Dany y Álvaro ( 23 y 24 años), habían salido a correr, como hacían siempre.
Un cielo desprovisto de luna, vestía de oscuridad la tierra, y tan solo las estrellas brillaban como diamantes de luz. Después de una hora de carrera, aflojaron el ritmo, el camino por el que iban discurría junto al cementerio y guardaron silencio.
Cuándo pasaban por las grandes puertas de hierro, a pesar de la oscuridad, vieron a una figura fantasmal con una camisola blanca, que les
gritó con voz cavernosa…
-¡Eh vosotros, vosotros, venid conmigo, estoy solo y yo no estoy muerto! la voz socavaba el terror más profundo, y los dos amigos se detuvieron aterrados.
Alguien golpeaba con furor las puertas de hierro del cementerio y en alaridos desgarrados gritaba, ¡venid aquí, yo no estoy muerto, venid conmigo!
Dany lleno de pánico gritó…
¡Coño Álvaro! ¿Qué es eso que grita en la puerta? ¿Es un muerto resucitado? Pero Álvaro, no podía responder, estaba pálido y el miedo paralizaba su cuerpo. La voz continuó - ¡No estoy muerto, y voy a ir a por vosotros…! venid conmigo.
Los alaridos eran inhumanos, y llenos de espanto los dos comenzaron a correr alejándose del lugar, mientras los gritos fantasmales se perdían en el silencio de la noche.
Al llegar a la entrada del pueblo, se detuvieron, el miedo había disparado la adrenalina de su cuerpo, y aún temblaban de terror por lo que habían vivido.
-¡Joder tío, tenemos que ir al cuartelillo y contárselo a los guardias!- dijo Dany.
-Si, y que nos digan que estamos locos, respondió Álvaro. - ¡Es un muerto que ha salido de la tumba y está vivo! ¡macho, no podemos callarnos! -¡Qué yo no voy, se van a reír de nosotros...! Eres un “cagao” tío, pues yo sí voy, sino me creen que vayan a comprobarlo.
-¿Y si es una aparición y por no decirlo el muerto no nos deja en paz, el resto de nuestras vidas?
-Mi abuela sabe mucho de aparecidos y fantasmas, dijo Álvaro, yo antes no la creía, pero ahora después de esto…
- ¡Tío, pues vamos a decírselo primero a tu abuela, y que ella nos diga, lo que tenemos que hacer!
La abuela Rita les escuchó con gran interés y dijo, que seguramente era un "aparecido", un muerto que tenía que cumplir alguna “manda”, y había muerto sin cumplirla, y ahora llamaba a los vivos, para que le ayudasen…
Que había que volver al cementerio para ver que quería el muerto. -¡Coño, pues yo no vuelvo allí dijo Álvaro! -Tú vas con Dany, porque os ha elegido a vosotros para que le ayudéis, y los espíritus son muy vengativos, o muy agradecidos.
Vámonos, pero primero que lo sepan los civiles, y el señor cura, que esto es muy serio, y ellos son las máximas autoridades del pueblo.
La noticia de que el espíritu de un muerto se les había aparecido a Álvaro y Dany
corrió por el pueblo, como pólvora encendida y una comitiva de varias personas, al mando del cabo primero, y el señor cura se puso en camino al cementerio para hablar con el "aparecido", y saber que quería.
Cuando llegaron a las puertas del cementerio, en la oscuridad vieron a un ser con una camisola blanca desgarrada, que comenzó a gritar…
- ¡Venid aquí conmigo, yo no estoy muerto! ¡No quiero estar solo! gritaba con alaridos guturales, que hicieron retroceder a muchos de la comitiva. La abuela Rita, se acercó a la puerta, empujando a Álvaro y a Dany, para que fuesen ellos los que hablasen con el muerto, que por algo se les había aparecido a ellos…
Y al hacerlo… Por la Virgen Santa, y por toda la corte celestial, aquello no era ningún muerto aparecido. ¡Era Raso! ¿Pero qué hacía allí y a esas horas…las 3 de la madrugada?
El cabo primero y la abuela Rita intentaron tranquilizar a Raso, mientras otros telefoneaban al Ayuntamiento para que avisase al enterrador y viniese con las llaves del cementerio.
Media hora más tarde llegaron el SAMUR, dos coches de policía, uno de bomberos y más personas que querían ver al muerto de la “manda” para saber lo que este quería, el morbo y la curiosidad era superior al miedo, a la aparición del cementerio.
Raso, era y es una persona lenta, torpe, y con muy poquitas luces, un alma de Dios, al que todo el pueblo quiere.
¡Había cuidado de su madre enferma durante muchos años, hacía una semana que ella había muerto, y él acudía a su tumba todos los días, y se pasaba las horas hablando con ella…!
esa tarde el enterrador había cerrado el cementerio
con Raso dentro, y cuando él se dio cuenta y fue a salir, vio que no podía hacerlo…
Cuándo al fin lograron sacarle, Raso fue llevado al hospital para que le viese un médico, y las personas de la comitiva volvieron al pueblo comentando el suceso, unos con lástima y otros con risas y chirigotas… ¡pero muchos con compasión hacia el pobre Raso!
Hoy Raso vive feliz en una de las residencias que hay en el pueblo, ahora este es su hogar, durante el día sale y va donde quiere, porque todo el pueblo le quiere.
Está aseado, alimentado y cada tarde continua yendo al cementerio para estar con su madre…
Enternecedora historia , muy bien argumentada , se parece tanto a alguna de la Santa Compaña o de aparecidos que en mi niñez hoy relatar a mi abuela., (solo que no existía el SAMUR)
ResponderEliminarTu relato sencillamente "magistral".
Besos.
impresionante Ángeles, una historia llena de imaginación que se hace real. Me ha gustado muchísimo amiga. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Pobrecito!
ResponderEliminarMe alegra saberlo cuidado,arropado con cariño por cuidadores,así no sentirá tan terrible la pérdida de su madre.
Besos.
¡¡¡Menudo susto el de Alvaro y Dani!!!
ResponderEliminarBueno...y el de Raso...¡Pobrecillo!
¡¡¡Menuda Noche!!!
Magnífico Relato Popular de hechos verídicos.
Un abrazo.
¡Oh, Ángeles, que historia más tierna! Yo también conozco a un "Raso", un muchacho como el que describes, que igualmente se quedó sin madre hace poco. Él se desenvuelve un poco mejor pero también es un "alma de Dios"
ResponderEliminarUn abrazo
¡Preciosa historia!... Y es, prácticamente como está, un estupendo guión de cine.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias andré por tus palabras, todo el relato es cierto, ocurrió hace dos veranos en mi pueblo. La noticia que un muerto había resucitado y quería salir del cementerio, fue la bomba, que hizo que muchas personas fuesen a ver que era.
ResponderEliminarY al saber que era Raso, hizo reir a muchos, pero fueron más quienes se compadecieron de él, porque es una persona con una mente muy infantil, pero noble, buena, alegre, pero con poquitas luces.
Hoy está en una residencia de las tres que tiene mi pueblo, y sale todos los días, y por las tardes, siempre va al cementerio para hablar con su madre.
Un abrazo con brisas de luz.
No Pepe, la historia no es imaginada, es real, como lo son los tres protagonistas, Alvaro es hijo de una amiga mía, y me ha contado el miedo que pasaron, cuando desde el cementerio escucharon los gritos, y vieron sólo como alguien con una camisola blanca, daba patadas a las puertas de hierro.
ResponderEliminarFueron muchos, los que por el morbo y la curiosidad, se acercaron al cementerio, y además porque Rita, tiene fama de ser curandera y un poco medio bruja, y si ella lo decía, debía ser verdad...
Un abrazo en una burbuja mágica, porque hoy aquí en Madrid, se hielan hasta las palabras
Gracias Marinel por tus palabras en mi blog, es cierto que Raso hoy está muy bien cuidado, y le quieren casi todas las personas, aunque siempre hay algún "gracioso"que se burlan de él, y le hacen revivir su peor pesadilla con las frases más hirientes.
ResponderEliminarPero lo importante es que vive feliz, está muy bien cuidado y con el cariño de quienes sabemos ver su alma de niño grande, llena de amor y luz.
Cariños, con brisas de felicidad.
Hola Pedro Luis, creo que fue mayor el susto de Dani y Álvaro, este último es hijo de una amiga, y me ha relatado el pánico que sintieron al escuchar la voz y ver entre sombras, que había alguien al otro lado de la puerta del cementerio.
ResponderEliminarUn abrazo, con rayos de sol, para combatir el gélido frío que hace hoy en Madrid.
Mª Teresa, gracias por tus palabras. ¿No te has dado cuenta que estas personas que son un poco infantiles, carecen de maldad? y mira que con Raso, hubo al principio un "pitorreo" de sadismo en algunas personas... pues él, no lo veía, al contrario, se sentía como muy importante al ser el centro de atención.
ResponderEliminarUn gran abrazo con estrellas de felicidad.
Hola Pablo, pues sí que casi es como un guión de cine, porque lo que menos pensaron Dany y Álvaro, es que fuese una persona quienes les llamase a esas horas y en ese lugar...
ResponderEliminarPara morirse del susto... y menos mal, que tuvo un final feliz.
Un abrazo con estrellas de felicidad
Gracias por llenar nuestra vida de hermosas historias. un beso
ResponderEliminarLas gracias a ti, mamapi, por llegar hasta mi espacio y dejarme tu huella, es siempre bonito encontrarte en él.
ResponderEliminarCariños, con un abrazo.
Hola Ángeles, me encantó tu historia, la verdad es que lo describes tan bien que me ha dado cierto escalofrío.
ResponderEliminarEl cementerio tiene eso, yo cuando voy a ver a mi madre lo hago rápido y una vez me dio miedo de que me dejaran dentro porque ya se estaba haciendo la hora de cierre jiji. Te imaginas?.
Un beso enorme y gracias por tus lindas palabras en mi blog, las aprecio mucho, son un estímulo.
Estoy viendo tu perrita, que adorable!!!
Hola Luján, gracias por acercarte a mi blog. Es cierto que pasar la noche en un cementerio, debe ser de infarto, al menos mara mí. Y como lo fue para los dos jóvenes que desde la oscuridad escucharon la voz que salía de él. Yo conozco a Ávaro, y por lo que me ha contado, también ellos dos lo pasaron fatal.
ResponderEliminar¡Creo que es una experiencia inolvidable!
Un beso con mi cariño y estrellas de felicidad.
Preciosa historia. Muy bien relatada y que por lo que comentas ha sido real como la vida misma. Mal lo tienen que estar pasando Dani y Alvaro, despues de este incidente. Feñlicidades y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD 2012
El mundo vuelve a soñar,
por la senda de la vida,
y en su alegre caminar.
una fecha nunca olvida,
como si fuera un cantar,
que escuche de amanecida.
Esta es una gran verdad,
escrita con letras de oro,
en nuestra vida, observad,
con cuanto amor y decoro
nos llega la Navidad,
como si fuera un tesoro.
Os mando con alegría,
un abrazo verdadero,
que la vida os sonría,
y llene vuestro granero,
de paz y de fantasía.
Y hasta el año venidero.
O.Z.M.
Olegario, que linda es tu felicitación de Navidad, has puesto unos anhelos que deberían estar en nuestros corazones siempre, porque parece que sólo en Navidad, nos damos un pelín cuenta, de que hay mucho dolor y mucho sufrimiento en el mundo, y podríamos hacer que fuese Navidad, todos los días del año.
ResponderEliminarDany y Álvaro es cierto que lo pasaron mal, y las burlas que tuvieron que aguantar, al confundir a Raso, con un muerto viviente, y es que somos crueles muchas veces.
¡Ayyy Dios del cielo, que tu molde de los humanos... había alguna fisura...!
Olegario, un abrazo con estrellas de felicidad.
Ángeles, el relato tiene su picaresca pero a la vez con esa tristeza de quien las sufre y tieno sus malos tragos,como esos dos pobres muchachos que lo pasarían muy mal, pero ¿y Raso?, tampoco lo pasaría mejor, viéndose en aquel encierro y casi sin esperanzas de que le oyeran, me dan pena los tres, cada uno por un sentido distinto, pero al final se solucionó y gracias a Dios para bien.
ResponderEliminarMi más sincera felicitación y un abrazo.
Hola Ángeles, he sonreido con tu relato, pero sólo un poquito, porque creo que esos dos muchachos no vuelven a pasar por la puerta del cementerio en su vida y sobre todo a esas horas, ya que el susto que se llevarían seria morrocotudo, pero anda que ese pobre de RASO,que temería pasar la noche en tan lúgubre lugar, no creo que se lo estuviese pasando muy bien.
ResponderEliminarMuchos besos.
Hola alconcien, gracias por tus palabras en mi blog. No puedes imaginar el revuelo que hubo en mi pueblo durante todo el mes que pasé allí de vacaciones... Los dos jóvenes lo pasron muy mal, y después las burlas que tuvieron que aguantar, de todos los graciosos de turno.
ResponderEliminarDicen que todas las cosas ocurren por algo ...Yo creo que esto ocurrió, para que Raso pudiera estar hoy en el lugar que está, una de las tres residencias que tiene mi pueblo, cuidado, muy limpio, y sobre todo con el cariño de todos.
Un abrazo, hasta tu pais, en alas de una gaviota mensajera.
Gracias palabras al viento, por tu cercanía a mi espacio... Yo creo que no volverán a pasar por allí como tú dices, porque las burlas que tuvieron que aguantar después fueron crueles.
ResponderEliminarRaso, sí que tuvo una gran suerte, a pesar del miedo que pasó metido en el cementerio en una oscura noche sin luna, pero gracias a esto, hoy está en un lugar seguro, donde está muy bien cuidado.
Un abrazo con cascadas de felicidad.
Angeles,tu escrito nos llega directamente al alma.Muy bien contado y además creíble,porque es real y se nota,amiga...
ResponderEliminarEn este mundo hay muchos "Rasos"que pasan por el mundo ante la mirada indiferente y burlona de los demás.Son personas sin maldad,entrañables y cercanas,que nos dejan siempre su estela de luz,que nos hace reflexionar y ver su misión y su sentido en la vida.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu cercanía y maestría con las letras,poeta y amiga.
FELIZ SEMANA,ANGELES.
M.Jesús
Angeles,siento de veras,que al dar entrada a tu comentario ha desaparecido en la blogosfera...Cosas de blooger...sonrío.
ResponderEliminarTe dejo mi gratitud y un beso,amiga.
M.Jesús
Es increíble pero todavía queda sitio para la sorpresa en esta época de cientifismo e ingeniería financiera descreída y hambrienta. Al menor contratiempo ya estamos lanzando explicaciones inverosímiles con una facilidad que pasma.
ResponderEliminarQuizá los más jóvenes, por tener aún muy cerca el estremecimiento por los cuentos de hadas que se nos cuentan de pequeños, sean más receptivos que las personas más maduras.
Ángeles, tal y como cuentas las historias le introduces a uno dentro, y en este caso me he visto dentro de la comitiva de camino al cementerio, donde el pobre Raso hubiera pasado una nuche de “muerte” si no llega a ser que pasaron por allí Dany y Álvaro. Por otra parte estos dos muchachos (aparte del susto de “muerte”) habrán aprendido una cosa, y es que los muertos no resucitan jamás, y si hay un vivo en un cementerio es que todavía no esta muerto. Claro que por otro lado, a la abuela Rita había que consultarla, porque la sabiduría popular a veces…
ResponderEliminarUn abrazo.
Interesante y excelente narración de una situación real. Estos o parecidos casos, han sido muy comunes en los pueblos donde, sobre todo en pasados tiempos, los Rasos eran frecuentes. Tu escrito es también, un homenaje a ellos.
ResponderEliminarFelicidades y besos. María
Es increíble ver las cosas tan curiosas que pueden llegar a pasar, pero es maravilloso constatar tanto amor y devoción de un hijo por su madre.
ResponderEliminarMuy buen relato Angeles, como todo lo que sale de tus manos.
Te dejo mi abrazo lleno de afecto
Hola Mª Jesús, es cierto que exiten muchas personas como Raso, son limpias de corazón, porque en ellos no existe la maldad, y es precidamente por eso, que otros se burlan de ellos.
ResponderEliminarTambién es cierto que con su infantil sonrisas, aceptan esas burlas, sin saber siquiera lo que significan.
Pero lo sucedido, hizo que se movilizasen personas que al ver la situación en la que había quedado Raso, después de morir su madre, le llevaron al mejor lugar, una residencia donde está muy bien, porque sale todos los días y por las tardes, va al cementerio para estar con su madre. ¡Es ahora muy feliz!
Gracias por tus palabras de acogida y calidez.
Un abrazo desde un lugar del corazón.
Mª Jesús,¡¡¡¡ milagro de la red!!!!!, porque si creo que tu primer post, quedó en algún lugar perdido y volvió a aparecer, sin saber como porque creo que debe ser el que acabo de contestar...No sé que pudo pasar.
ResponderEliminarTe envio un abrazo con estrellas de felicidad.
Daf, que en una oscura noche, al pasar por un cementerio, alguien desde dentro grite, de patadas a la puerta y te llame... yo creo que eso asusta al más valiente... Y creo que se olvida la lógica, y el terror te invade. El cementerio en mi pueblo, está como a 2 Km y ninguna claridad llega hasta él...
ResponderEliminarDespués conocida la verdad del "muerto resucitado" y el miedo pasado, los dos amigos, tuvieron que tragarse todas las burlas que quisieron hacerles otros "valientes"
Gracias por tu presencia en mi espacio, y te envio una lluvia de estrellas de felicidad.
José, lo cierto es que el más afortunado de este suceso ha sido Raso, ya no está solo, cuidan de él, y tiene libertad durante el día para ir donde quiera.
ResponderEliminarÁvaro y Dany, si lo pasaron mal, primero por el miedo ante un "supuesto muerto viviente" y después por muchas burlas que tuvieron que soportar...
Un abrazo con brisas de esperanzas.
María, yo conocí a Raso siendo muy pequeña, recuerdo que él llevaba dos sacos al hombro, y cambiaba un recipiente de garbanzos crudos, por el mismo, pero ya tostados, y cuándo aparecía por la calle, todos, intentában hacer el cambio, y así se ganaba la vida.
ResponderEliminarSiempre tiene la sonrisa en su cara, y una palabra de alegría para todos. Y sí creo lo que tú dices, que hay muchos Rasos todavía en los pueblos de nuestra España.
Te envio un abrazo con rayos de sol.
Sí Alborada, Raso adoraba a su madre, no conoció a su padre, y ella era toda su vida. Por eso iba y va todas las tardes a hablar con ella, como dice él...
ResponderEliminarY sabes lo que creo... ¡qué es muy posible, que en su mente, surjan palabras que ella le dice! No sé, el misterio de la muerte es algo desconocido para todos, y nadie sabe que ocurre o puede ocurrir.
Un abrazo por tu cercanía, con brisas de felicidad.
HOLA ANGELES, ME HA ENCANTADO LO QUE HAS ESCRITO, PARECE LAS HISTORIAS QUE ME CONTABA MI CHACHA, CUANDO YO ERA PEQUEÑA, QUE ME ENCANTABAN...
ResponderEliminarAUNQUE POR LA NOCHE, ME DABA , MAS QUE PANICO
MARCHARME A LA CAMA SOLA...
ME CONTÓ UNA QUE CREO PASÓ A QUI EN EL PUEBLO
HACE MUCHOS AÑOS...UNA VEZ UNOS MOZALBETES COMENTARON: ¿ QUIEN SERIA CAPAZ DE IR DE NOCHE
AL CEMENTERIO Y VOLVER ? DIJO UNO ¡ YO !
¿ Y COMO DEMOSTRARÁS AL PUEBLO QUE E CIERTO
QUE HAS IDO ? MUY SENCILLO, COMENTÓ:
CUNDO LLEGUE , CLAVO UN CLAVO EN LA PUERTA Y YA ESTÁ... ASÍ LO HIZO, PERO CUANDO QUISO VOLVER, NO PUDO... COMO SI LO SUJETARAN CON MUCHA FUERZA...DEL MISMO SUSTO TAN GRANDE, ALLÍ QUEDÓ,PERO MUERTO, CLARO Y ES QUE CON LAS
PRISAS Y EL MIEDO, SIN DARSE CUENTA SE PILLÓ
LA CAPA CON EL CLAVO, CREYENDO QUE ERA UN MUERTO EL QUE LO SUJETABA, FIJAROS SI PASARÍA MIEDO QUE LO LLEVÓ A LA TUMBA..
MI OPINION ES QUE AVECES NO HAY QUE HACERSE TAN VALIÉNTES . BESOS PARATI. CONCHITA.
Hola Conchita, vaya historia tan trágica que has contado, la he tenido que leer dos veces, porque no me lo podía creer. Y es que el miedo, y más si es terror, mata de un infarto al corazón.
ResponderEliminarPobre chico, le imagino tirando para que el muerto le soltase... y nada... y es como tú dices, hay cosas que es mejor no hacer, porque mira las consecuencias...¡¡¡¡es terror puro y duro!!!!
Me ha encantado, mis gracias por acercarte a mi espacio.
Te envio un abrazo, con estrellas de felicidad.
Relato triste pero que me ha enganchado hasta el final
ResponderEliminarMis felicitaciones por tus relatos. Me has hecho sentir el mismo escalofrio que debieron pasar esos chavales, aunque al final no he podido evitar una sonrisa.
ResponderEliminarMis saludos.
Está claro...lo tuyo son los relatos.Me has enganchado hasta el final.Aunque la muerte sea un tabú que evitamos..hemos de hacer mención a ella de una manera natural.Un cálido abrazo.
ResponderEliminarGracias Mª Jesús por llegar hasta mi espacio, siempre que lo desees pudes volver, cuándo compartimos sentimientos, nos enriquecemos todos porque son el lenguaje del alma.
ResponderEliminarUn abrazo con brisas de felicidad.
Hola Letras Papel, gracias por llegar a mi blog. Sí he logrado que te identifiques con los dos jóvenes, me alegra infinito, porque he logrado que formes por unos minutos parte del relato... ¡y eso es lo mejor que puede suceder cuándo alguien lee lo que ha escrito otra persona!
ResponderEliminarUn abrazo con estrellas de felicidad.
Gracias Juan por acercarte a mi blog y dejarme tu huella en las palabras que has escrito. Es muy lindo poder compartir los sentimientos que se narran y que estos den al alma de otros, una chispa de luz... En esto está la magia de lo que escribimos...
ResponderEliminarUn abrazo desde mis alas libres de golondrina.
SOLO SALUDARTE Y DESEARTE, BUENAS MADRUGADAS
ResponderEliminarUN BESO PARA TI, ANGELES,
CONCHITA,
Hola Ángeles, sólo me paso por tu blogs para saludarte y darte un abrazo muy fuerte. Te deseo un buen fin de semana.
ResponderEliminarÁngeles, he seguido leyendo tu blog y según lo leía más impresionado me quedo, es una maravilla y me alegro de haber encontrado este paraiso de relatos. Un saludo.
ResponderEliminarHola Conchita, gracias por estar en mi espacio, es cierto que sólo puedo escribir en las madrugadas, robando horas a mi sueño, estoy ocupada todo el día con mi trabajo y no puedo hacerlo, aunque me encanta escribir.
ResponderEliminarPor eso lo hago más en vacaciones, o en días festivos, cuándo el tiempo es todo mío, y el ordenador el amigo que recibe mis confidencias.
Un abrazo con estrellas de felicidad para ti.
Gracias palabras al viento, perdona que te conteste un poquito tarde, es que estoy más liada, que un gato con una madeja de lana. En España, tenemos ahora las vacaciones de Navidad, pero antes hay que hacer los exámenes de evaluación, y por aquí estamos haciendo horas extras.
ResponderEliminarUn abrazo, y disfruta de tu sol primaveral.
Huy, Letras Papel, gracias por tus palabras en mi blog, sí, este blog es sólo de relatos, y luego tengo otro de poemas, pero hay muchas veces que no tengo tiempo para escribirlos, porque mi trabajo me atrapa.
ResponderEliminarMe alegra que te agrade mi blog, siempre es lindo cuando somos capaces de sacar desde el alma, aquello que nos habita, y a otras personas les motiva, porque hablamos con el alma, y desde el alma.
Un saludo con brisas de felicidad.
Gracias Pepe, por tu felicitación de Navidad, ójala el espíritu de estos días estuviese todo el año en la vida de las personas, así todos seríamos un poquito mejores.
ResponderEliminarCon mi cariño os deseo a todos una bella Navidad, con vitaminas para el alma.
Menudo susto! Pero estas cosas suelen pasar en algunos lugares... Me encantan tus historias Ángeles. Es un verdadero placer leerlas y conocer lo que sucede por ahí... Te mando mi cariño. Y te sigo leyendo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Julie, por esas palabras que me dejas en el blog. Esta historia es real, como lo fue el susto de los dos jóvenes y la que se organizó, en el pueblo cuándo llegaron diciendo que ¡ Un muerto hablaba en el cementerio...!
ResponderEliminarUn abrazo y mis deseos de felicidad.