domingo, 31 de enero de 2021

¡ POR SAN BLAS LA CIGÜEÑA VERÁS...! ( 3 DE febrero)

¡A mi padre con amor, por tanto amor como me dio!Los primeros años de mi infancia los pasé en mi casa del campo, allí en pleno contacto con la naturaleza, me mimeticé con todo lo que en ella había, y comenzó mi maravilloso viaje por la vida unida a ella. En mí, habitan hoy, todo lo que veía, respiraba, sentía y vivía como entonces.  
Mis mayores tesoros era mi bote de hojalata donde guardaba mis caracoles babosos, y el jaulón que me hizo Paco el cabrero, donde siempre tenía algún pequeño animal, que me traía mi padre, Feipe y algunos de los labradores que habitaban cerca… ¡Yo era la única niña que había allí y ni siquiera sabía que existían otros niños, pero yo era inmensamente feliz!
¡Mis amigos eran animalillos, flores, mariposas, ranitas verdes, las luciérnagas con las que me vestía de estrellas... y caracoles, con los que me llevaba el día hablando e inventando historias! Mis favoritos, eran las tórtolas, las tortugas, las ranitas verdes y sobre todo las cigüeñas...
 Ay, las cigüeñas qué vivían en las ruinas de la vieja iglesia, que se comieron las hormigas, me llevaba horas hablando con ellas, y su crotoreo creía que era que preparaban la comida para sus pequeños cigoñinos hambrientos. Sus zancudas patas, su gran pico rojo y su plumaje blanco y negro, eran de una belleza que me cautivaban, además ellas traían música en sus picos y en sus grandes alas.
Yo tenía siempre mis manos llenas de flores silvestres, mariquitas, grillos o pequeñas piedras de cuarzo qué me maravillaban por su brillo... ¡Era inmensamente feliz en contacto con la Naturaleza! por eso creo que soy más de campo que las amapolas, el asfalto me ahoga, aunque aquí está mi trabajo, mas cuando puedo vuelvo a mis campos, mis cielos, mi río.. y en ellos encuentro las mejores vitaminas para mi alma.
¡Al estar en contacto con la Naturaleza libre y plena de vida, conocía sus cambiantes etapas, y aprendí a reconocer decenas de nombres de animales, de flores, de hierbas, de árboles, a saber la hora que era, clavando en el suelo un palo y leyendo en la sombra que proyectaba, sabía que tiempo podía hacer al día siguiente mirando al cielo y sobre todo refranes que escuchaba y aprendía con facilidad!
Me gustaba mucho el que decía… “Por San Blas, la cigüeña verás…” porque miraba la desierta torre de la derruida iglesia, de Malhincada, con un anhelo infinito de que llegase pronto San Blas, amaba a las cigüeñas, y sus vuelos rasantes por las barranqueras de Santa María… 
 En invierno mi pregunta era siempre…- ¿Papa, falta mucho para que venga San Blas? ¿Cuándo es San Blas? Sí él me decía...15 días... No fallaba, contaba los días que faltaban para llegase el buen Santo hasta que un día mi padre me despertaba diciéndome... ¡Despierta dormilona que las cigüeñas han llegado...!
Y yo saltaba de la cama, descalza, con mi cabello rubio enmarañado, y el sueño aún pegado a mis ojos y… ¡Lo más maravilloso del mundo mundial, las cigüeñas estaban en los nidos de la torre… ya habían vuelto, eran preciosas! Después vendría la señorita primavera, los días de sol calentitos y todas las resolanas de los caminos y veredas se llenarían de preciosas flores, chupa mieles, dientes de león, camisitas, margaritas, amapolas, clavellinas, lírios... ¡Las cigüeñas eran las trovadoras de la primavera!
Hoy, los años han pasado, pero esos recuerdos están vivos en mí, ellos han dejado en mi alma una huella de luz y ternura infinita, hacia esos años maravillosos que fueron vitaminas que anidaron en mí por siempre... 
¡Hace unos días las altas antenas de TV de mi calle de Madrid, se habían llenado de cigüeñas, como hacen desde hace unos años, me gusta mirarlas y ver como se mantienen en una sola pata en tan grandes alturas, han estado haciendo una parada en su viaje hacia tierras de Extremadura donde habitarán hasta que vuelvan a emigrar cuando vuelvan los fríos.!

24 comentarios:

  1. Hola Ángeles. Que maravillosa entrada, dulce y encantadora como las imágenes que la acompañan.
    Es bellísimo todo lo que cuentas de tu niñez, exquisita sin duda por esas vivencias tan entrañables.
    Me ha gustado muchísimo, y me suena haberte leído algunas de las cosas que cuentas.
    Ha sido un verdadero placer leer una narración tan bonita en esta mañana soleada de Madrid.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Elda por tus palabras, la llegada de las cigueñas fueron algo que esperaba dirante todo el año, porque no solo hacían sus nidos en la torre de la derruida iglesia, si no porque significaba la pronta llegada de la primavera. Puede ser que sí que me hayas oído algo de las cigüeñas, llegué a tener una que encontró mi padre con el ala y la pata rota, la trajo a casa para curarla y durante dos meses fue una maravilla poder tenerla y tocarla.

      Besos de luz desde el corazón.

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  2. Un hermoso recuerdo y el homenaje a tus cigüeñas es muy tierno, la naturaleza da riqueza a nuestras vidas, un abrazo Angeles!

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    1. María Cristina, son tantas las vivencias de mis primeros años en plena naturaleza y querida por todos los adultos de las huertas, que esos años han dejado en mi las semillas de lo que hoy soy.

      Desde el corazón, un abrazo.

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  3. Preciosa entrada llena de recuerdos y vivencias, es como un cuento ilustrado es como un cuento ilustrado, mucho trabajo y dedicación el prepararla.
    Abrazossss

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    1. Gracias Ester, esos recuerdos están totalmente vivos en mi alma. Tengo ujna novela escrita sobre como descubre una niña, la naturaleza que la rodea pero esta pandemia ha paralizado todo.

      Un abrazo con todo mi cariño.

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  4. Angeles, tu relato es muy bello y nos inspira a todos. Realmente eres la niña de la naturaleza, disfrutaste de unos años inolvidables sintiendo la magia de sus plantas y animalitos, que junto a las cigüeñas se te han quedado en el alma. Me hiciste recordar, que mi padre a veces me llevaba a ver las espigas y las viñas y traía a casa piedrecitas. Una aventura, que también me dejó huella, amiga.La naturaleza tiene una magia especial que los niños saben captar muy bien con su inocencia y curiosidad.
    Mi gratitud y mi abrazo entrañable por compartir tus buenas historias, Angeles.

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    1. Querida amiga, a veces creo que soy más de campo que las amapolas... Esos primeros años, sembraron en mi alma la semilla de lo que hoy soy. Y nunca me ocurrió nada malo, ni caídas ni picaduras de insectos... nada, por eso desconocía el miedo y correteaba por los caminos y huertas cercanas a la mía. Y sobre todo a la tía Rita( no era mi tía, pero así la llamaban todos)la tenía harta con mi parloteo a voces con las cigüeñas.

      Mi abrazo de luz, te llene de felicidad.

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  5. Muy linda historia, dulce y tierna llena de imágenes que son bellos recuerdos de una preciosa niña..... Saludos amiga.

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    1. Gracias Sandra por tu lindo comentario, ahora que con esta pandemía estamos confinados y tenemos más tiempo libre, mi meditación diaria vuela a esa etapa de mi vida, que me llenó de amor y felicidad.

      Un abrazo con mi cariño.

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  6. ¡Que recuerdos más hermosos Ángeles! Me encanta como describes tus vivencias.

    Abrazos.

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    1. Gracias Conchi, me siento muy ligada a la naturaleza, tengo hambre de ella, de abrazarme a los árboles, de sentarme en la tierra de verde mimoso, de caminar por la orilla del río...

      Desde el corazón, un abrazo.

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  7. Yo, al vivir en Madrid no he tenido la suerte de ver campos, animales y mucho menos las preciosas cigüeñas. Si recuerdo muy bien todos los refranes que nos contaba mi madre, que por cierto, sabía muchos.
    Un fuerte abrazo

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    1. Maria de los Ángeles, yo también vivo en Madrid y no sé el motivo, pero dos veces al año, durante casi un mes, las antenas de mi calle y mi barrio, se llenan de cigüeñas, pienso que hacen una parada en su migración, pero son increibles, llegan a estar hasta tres en una antena y es un gozo mirarlas.

      Mi cariño con besos de luz.

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  8. Un vivir en la naturaleza seguro forjó tu carácter que siempre busca la belleza y la significancia real de las cosas que te rodean...más si aprendió desde niña a amar la tierra y a cuidar de los suyo
    Así con el ejemplo se hace persona sana s para un futiuro, e sla lucha d elos padres de hoy
    dar el tiempo necesario y de calidad a sus hijos e hijas y enseñarles lo importante
    Hermosas imágenes de la infancia donde se aprendió a hacer feliz en lo auténtico.

    Besos.

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    1. Así ha sido Meulen, y lo más maravilloso es que mi hija y mis sobrinos, viven esa oculta belleza y respeto que debemos dar a la naturaleza. Y mis sobrinos cuando voy al pueblo, ya los tengo allí haciendo planes por donde vamos a ir por el campo, es maravilloso.

      Desde el corazón, un abrazo.

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  9. Que forma tan bella y dulce de narrar tus vivencias de pequeña, del que me ha llamado la atención de que no supieras de que existían otros niños pero, no importaba, porque la madre Naturaleza había puesto a tu alcance otros seres que te hicieron compañía y que nunca te iban a defraudar, de hecho, de ellos vienen tan bonitos recuerdos.
    Me has hecho recordar los largos periodos de tiempo que pasaba con mis abuelos en Extremadura, en un pequeño pueblo que se llama Bienvenida, y donde tampoco faltaban las cigüeñas.
    Una preciosidad tu entrada...Como de costumbre.
    Un fuerte abrazo, amiga Ángeles.

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    1. No sabía que existían otros niños, porque nunca estuve enferma y no necesité ir al médico. Y de verdad Manuel, era inmensamente feliz porque cada día descubría cosas nuevas... y esas vivencias se las he hecho vivir a mi hija y mis sobrinos. Para ellos soy "La contadora de estrellas" porque también me enamora un cielo estrellado y la más chiquitina vivió hace unos años la lluvia de estrellas y ella quedó tan impactada al ver las estrellas fugaces, que cuando me volví a Madrid, solía preguntar a sus padres, cuando volvía La contadora de estrellas y lo han cogido de pitorreo todos y tengo que aguantar este apodo.

      Desde el corazón un abrazo Manuel, cuídate

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  10. Hola, esos recuerdos de la niñez que siempre están presentes de un modo u otro, y sea a través de humanos, de lugares o incluso de animales.
    Todo nos recuerda el ayer, de ahí venimos y mientras recordamos nos mantenemos vivos en el pleno sentido de la palabra.
    Un abrazo

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  11. Gracias Rosa, es cierto que los primeros años de cualquier niño, influyen mucho cuando nos hacemos mayores. y en el campo podemos encontrar tantas cosas lindas. Además tenía la capacidad de hacer pequeñas rimas, a las que incluso ponía música inventada y caminaba cantando.

    Un abrazo con mi cariño.

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  12. Querida Ángeles, la niñez marca la vida de las personas. Tu niñez ha sido de tanta dulzura, inociencia, candor, contacto con todo lo bello creado por Dios, que ha formado tu persona de tantos carismas preciosos que poesees. Sigue así de linda, de espiritu, todo para Gloria del Señor.
    Un fuerte abrazo amiga.

    ¡Gracias por tu hermosa visita y tus palabras!
    Dios te bendiga siempre.!

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    1. Sí que estaba siempre en contacto con la naturaleza y mi padre me enseñó que todo era obra de Dios, Dios lo era todo en mi vida, había vivido en la iglesia derruida, donde en su campanario vivían las cigüeñas, tenía una imaginación grandísima, todo lo personalizaba y me pasaba el día hablando con todo.
      Marian, aprendí tantas cosas, según las puestas de sol, o saber que hora era clavando un palo en el suelo...
      Y siempre el amor a un Dios que cuidaba siempre de mí, nunca me pasó nada ni tuve miedo, aún hoy necesito el silencio, la paz de la naturaleza, el cielo estrellado y mi corazón se desborda en amor al Dios de mi infancia.

      Desde el corazón, un abrazo de luz.

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  13. Maravillosos recuerdos, Ángeles, contados con mucha ternura y gozo.

    Parte de mi enfancia también fue rural y esta ligada a las cigueñas, ya que vivía detrás de la iglesia y ellas tenían su "suite" en el campanario al que regresaban cada febrero.

    He disfrutado leyéndote y reconociéndome en algunas de las historias que cuentas, aunque mi infancia no fue tan feliz, si hubo un período inolvidable que mantuvo mi equilibrio en los momentos difíciles.

    Gracias por dejar tu huella en mi Almacén que me ha permitido llegar hasta tu rincón.

    Un abrazo,

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  14. Tesa, gracias por tus palabras, es cierto que en mi alma están todas esas vivencias de mi infancia que nunca he dejado, porque siempre que puedo me voy a mi pueblo y he creado un mundo mágico como el que yo tuve, en mi hija y mis sobrinos. La naturaleza está muy presente en mi vida.

    Un abrazo con cariño.

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