¡...Y FUI TIERRA... AGUA... ÁRBOL... VIENTO... LUZ...!

La tarde estaba llena de luz dorada bajo el cielo turquesa, el agua del río Tiétar corría alegremente entre cantos rodados, y tejía puntillas de bolillo en sus orillas... escuchaba el canto de los pájaros, la brisa rumorosa y suave, que cantaba en los sauces de la ribera donde el sol jugaba al escondite entre sus hojas plata...¡era el más maravilloso de los silencios, lleno de ecos conocidos que están en la memoria de mi alma, de la tierra que tanto amo...!

En un remanso del río tenía tirada mi caña de pescar, la boya se mecía suavemente en el agua toda cristal...en ella se reflejaban el cielo, los sauces, los juncos en flor de sus orillas...
¡Unas garzas azules, que por primera vez han anidado en Extremadura, sobrevolaban cerca dejando una estela de sueños... Yo estaba sentada en la tierra , entre los juncos florecidos y olorosas matas de poleo, mientas vivía y bebía esta paz toda de inciensos...!

¡Y de pronto no sé que me ocurrió...! (ya me ha pasado otras veces y no sé porque ni como me ocurre.) me envolvió una energía que no sé explicar porque no conozco las palabras para ello...! ¡Yo era consciente de mi misma, pero sin saber como, me sentí tierra... yo formaba parte de ella, me abrazaba la hierba desde mi alma de tierra y sentí el germinar de las semillas... y yo me sentí semilla.
Sin comprender que me estaba pasando, al instante...me sentí agua, tenía alma de agua, y fluía con el río que tenía a mis pies...con mi alma de agua pura y cristalina...donde reverberaban los rayos cálidos del sol.Yo era agua.

Todos mis miedos, preocupaciones o alegrías estaban fuera de mí... lo tenía todo y no necesitaba nada más... yo era tierra y agua...y al mismo tiempo me sentí árbol, con alma de árbol.

  Percibía que formaba una comunión total con todo lo que me rodeaba... era yo... pero no era yo...¡era también tierra, agua, árbol... viento...!

Sabía plenamente que estaba viviendo algo increíble desde mi alma humana, había conectado con otras almas diferentes...me sentía libre como el viento que rizaba el agua del río...o jugaba con los sauces de plata... 
¡Era una felicidad de mieles y no añoraba nada más, yo formaba parte de un Infinito Universo que me llenaba de luz, armonía, amor, paz...!

Me dejé llevar por el momento, viviendo el abrazo de esa desconocida energía... y fui tierra... agua... árbol... viento... luz... todo era luz... yo formaba parte de ella... ¡ Supe que pertenecía a un Todo Universal Infinito...! con el que me identificaba aunque al mismo tiempo continuaba sintiéndome yo... pero era mucho más que el yo individualizado.
Me había mimetizado con el Todo Universal, y estaba en Él.

 No sé bien el tiempo que estuve atrapada en esta pureza toda de alba paz, plenitud y luz...tan sólo sé que lo vivido en esa tarde, es algo que roza la maravilla de lo Eterno. 

¡ Una tenca que había picado en mi caña me la arrebataba de las manos con fuerza, esto me hizo salir de la hermosa vivencia, increíble, inolvidable, maravillosamente liviana, incorpórea... y sobre todo inexplicable que había vivido, me costo salir de ella...continúaba sumergida en luz y amor...(la tenca se me escapó por no reacionar a tiempo) 
 Aturdida, supe que yo me había unido a un Todo infinito del que yo había formado parte durante un tiempo sin tiempo que me extasió en una felicidad plena donde mi alma creo que se unió al Universo! ¡Sé...que jamás lo podré olvidar... y añoraré siempre esa vivencia que me llenó de una infinita comunión y felicidad con ese Todo, al que sé que pertenezco.!

¡Hoy sé que además de mi alma humana puedo decir que la tierra, el agua, los árboles, tienen un alma también conviviendo con nosotros en el Universo Infinito en el que vivimos... ¡Y sé, que no sé como se puede conectar con ellas, y sentir lo que ellas sienten...

Pero se puede hacer...a mi me ha ocurrido, yo lo he sentido y lo he vivido...!