(A Manuel Postigo, pionero del descubrimiento)
En la comarca de los Ibores, a 200 Km de Madrid, en el oriente extremeño, se esconde la mejor joya espeleológica de nuestro país: La cueva de Castañar de Ibor.
Es una cavidad formada por la acción incesante del agua infiltrada en el terreno sobre la roca caliza que ha dado lugar a un auténtico jardín de piedra bajo tierra de unos 2.135 m distribuidos en salas y galerías qué sólo son la punta del iceberg, de algo más inmenso por descubrir.
Este bosque mineral tiene unos 570 millones de años, formado en el Precámbrico y es una cavidad kárstica de espectacular belleza con delicados espeleotemas de aragonito y calcita. Los estratos de pizarras y calizas que se sitúan por encima junto a la penetración y condensación del agua son la materia prima de tanta belleza.
Con salas y lagos interiores de impensable valor científico, por ser la única en España con este tipo de formaciones geológicas. (En el mundo sólo hay 5 cuevas similares.)
Un día del mes de marzo de 1967, Máximo Alonso se encontraba arando unas tierras de su propiedad, en un olivar cercano a Castañar de Ibor, cuando una de las bestias que tiraba del arado quedó atrapada en un agujero que se abrió bajo su peso.
Con ayuda de la compañera, y muchos esfuerzos, el animal salió de su apuro, dejando a la vista un profundo agujero del que manaba mucho vapor de agua. Aquel pequeño accidente abrió la única entrada que hasta la fecha da acceso a la cueva de Castañar.
Cuándo los primeros espeleólogos se adentraron en su interior, el hallazgo se hizo público. En 1997, treinta años después de su descubrimiento, el indudable valor del patrimonio geológico que alberga la Cueva de Castañar motivó su declaración como ESPACIO NATURAL PROTEGIDO con categoría de MONUMENTO NATURAL.
La abundancia y diversidad de los espeleotemas (los depósitos minerales secundarios que se forman en el interior de las cuevas) que tapizan los techos, paredes y suelos de sus salas y galerías son verdaderamente únicos:
Estalactitas, estalagmitas, columnas, flores de aragonito, agujas, coladas, cristalizaciones arborescentes, que ha dado nombre a muchas de las salas algunos tan bellos, como Sala Nevada, Blanca, Roja, de las Banderas, del Jardín, de la Librería, de los Lagos, la Galería de Corales, etc.
En el año 1999 se abrió la cueva para que pudiera ser visitada, al principio bajaban cerca de 20 personas diarias en turnos de mañana y tarde, después las visitas se restringieron a sólo 5 personas al día y el guía, las listas de espera eran de más de un año, para no alterar el microclima de la cueva.
Conseguí autorización para verla.
Y mereció la pena esperar, cuando me puse el mono, y bajé por una estrecha chimenea vertical descendiendo a través de una escalera clavada en la pared a unos 20 metros de profundidad y llegué a ese inmenso bosque de cristal y piedra, que aparecía iluminado con las luces de los cascos y linternas...¡ mi alma quedó extasiada...!
Las paredes y techos están cuajados de finas agujas de cristal de tamaño y grosor variado cuyas bases o puntas se reúnen arriba o abajo, formando como blancos arrecifes de coral, combinándose caprichosamente para dar como resultado un espectáculo de una belleza de difícil descripción:
Son cristalizaciones arborescentes que podrían ser miles de estrellas de cristal blanco y transparente, casi inmaculado de distintos tamaños y formas, o cristales o agujas de hielo que juegan a no repetir, o quizá miles de patas de insectos de tamaño y formas caprichosas cristalizadas atrapadas en el hechizo de algún mago de leyenda...
Y sientes el deseo de acariciar con tus dedos la punta de cualquier formación, pero la retiras por miedo a romper la magia que estás viviendo
Entonces la emoción de estar en un lugar único en el mundo te desborda el alma, sobrecogida por esta maravilla, y sientes que eres parte de la cueva porque ella está viva… ¡y te acaricia con sentimientos de absoluta belleza y paz!
Actualmente se ha vuelto a cerrar al público por la fragilidad del microclima que hay en ella, y el inmenso valor científico que tiene., y sólo se puede ver virtualmente
¡La majestualidad de la naturaleza ! Y pensar que sólo es un pequeño rayo de la divinidad. FANTASTICO ! Quién pudiera ver esas maravillas en vivo y en directo ! ¡Quién pudiera.
ResponderEliminarBesos de luz. Un cariño grandote Angeles !
¡Qué belleza! La naturaleza es tan generosa en todos los aspectos, lástima que no sepamos apreciarla en lo que vale y cuidar de ella, aunque sólo sea por nuestro bien.
ResponderEliminarBesos
He pasado muchas veces por la comarca de los Ibores, pero nunca visité esta gran y majestuosa Cueva.
ResponderEliminar¡¡¡Gracias por compartir este documento de tanta belleza y frescura!!!
Abrazos y besos.
Angeles " Cueva de Castañar "
ResponderEliminarQue interesante todo lo que has comentado sobre esta cueva y coraje por haber descendido 20 metros en ella, para disfrutar de su misteriosa profundidad.
¡¡¡ MARAVILLOSA !!!
un beso desde Argentina
Me gusta muchjo adentrarme en las cuevas, lógicamente en las que están preparadas para ser visitadas puesto que no soy espeleólogo, y me hubiera encantado tener la suerte que has tenido tu de poder disfrutarla en su hábitat natural. A falta de esto te doy las gracias por esta bella entrada que has realizado sobre esta cueva cuya existencia desconocía. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarAngeles,gracias por tu excelente post,amiga.
ResponderEliminarCueva del Castañar de Ibor...Una maravilla,una catedral sagrada de arte,que nos vuelve a hablar de nuevo de la grandeza e inmensidad del Creador...Nada es casual,en la oscuridad y en los abismos sigue estando la luz,que nos alienta y nos inspira...Me alegro mucho que tú hayas sido digna transmisora de ese arte y esa luz,que nosotros aún no hemos visto.
Las fotos son preciosas,imagino al natural,hablándonos y sonriéndonos con su belleza y su paz...
Mi gratitud,mi felicitación y mi abrazo inmenso,maestra y amiga.
Feliz semana.
M.Jesús
Muchas gracias, Ángeles, por esta maravilla que nos muestras. El reportaje fotográfico muestra un templo cárstico de la Naturaleza de inusitada belleza. La importancia de evitar un ambiente en el que se acumularían gases humanos es prioritaria. Si se debe esperar, se espera y punto. Nunca se habría tenido acceso a ella si no se hubiese adecuado su entrada... Ya me estoy enterando de las posibles visitas.
ResponderEliminarEn cuanto a la demora en poder visitarla, corramos un tupido velo, pleno de intereses.
Muchas gracias, otra vez, Ángeles, tu tierra es un pozo sin fondo de cultura y maravillosas sorpresas.
Un fuerte abrazo, querida Ángeles.
Hola María Ángeles, no había oído el nombre de esta cueva, aunque sólo se pueda ver virtualmente, las fotos que has colocado demuestran las maravillas que alberga. Fue una suerte que pudieras estar entre los cinco visitantes diarios, antes de su cierre definitivo.
ResponderEliminarQue tengas un buen día. Besos.
Ángeles, un lujo al alcance de muy pocos. Una verdadera maravilla que desconocía.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Hola Mª del Carmen, esta es una de esas veces que faltan palabras para poder expresar, lo maravilloso que encierra esta cueva, es única en España, por las formaciones geológicas que tiene, y en el mundo solo hay 5 similares...
ResponderEliminar¡Desconocemos tantas cosas de nuestro planeta!
Un abrazo con brisas de felicidad.
Gracias Mª Teresa por tus palabras, es cierto todo lo que dices, tenemos a nuestro alcance tantas bellezas... que en verdad la tierra sería un verdadero paraíso, sí los hombres dejásemos nuestro egoísmo, y el afán desmedido del poder y riquezas.
ResponderEliminarUn abrazo con alas de luz.
Hola Pedro Luis, pues si vuelves por la comarca de los Ibores, no dejes de visitar aunque sea sólo virtualmente esta maravilla impensable. Cuándo el animal, abrió el hueco de la cueva, comenzaron a salir una inmensa cantidad de gases y vapor de agua, en el pueblo, se pensó que era un volcán.
ResponderEliminarMi amigo Manuel, al que he dedicado mi entrada, era un excelente deportista, y con otro amigo, se atrevieron a bajar por la pared en vertical, hasta llegar al suelo, y lo que vieron con las luces de las linternas, les dejó asombrados. Bajaron varias veces, antes que los espeleólogos lo hicieran, y su asombro fue cada vez en aumento.
Yo que la pude ver, después de esperar casi un año, no tengo palabras para describir esa belleza, y no las tengo, porque creo que no están en el diccionario, hablamos sólo de similitudes... como corales, como patas de insectos... sólo puedo reafirmar que es UNA VERDADERA MARAVILLA.
Un abrazo con cariño.
Hola Doris, es cierto que soy una aventurera nata, y no me da miedo lo que puedo encontrar en la naturaleza, es más me apasiona perderme por lugares vírgenes y respirar libertad.
ResponderEliminarPoder ver esta cueva, después de los elogios de mi amigo Manuel, ha sido una de mis más bellas experiencias, es todo un bosque mineral de diferentes colores, que te deja su huella en el alma por siempre.
Un abrazo con estrellas de felicidad.
Gracias Felipe por tus palabras, yo casi no las tengo para poder explicar lo que hay en ella. Creía que la máxima experiencia del mundo, fue cuándo visité la cueva original de Altamira, cuándo aún estaban abiertas al público (Ahora sólo se visita una réplica muy bien lograda)... cuando me tuve que arrastrar por el suelo, para apreciar los dibujos me emborraché de esta experiencia... pero es que en igual forma me ocurrió aquí.
ResponderEliminarEstás en otro planeta, en un mundo mágico de hechizante belleza irrepetible, que asombra hasta el infinito, y te parece que estás soñando, porque algo así, no crees que pueda existir.
Un abrazo con cariño
Mª Jesús, es cierto que aún donde habita la más absoluta oscuridad, se encuentra también en muchas ocasiones la más pura de las bellezas, y aquí está una prueba de ello. Todo está en silencio, porque hasta las palabras parece que pueden romper el hechizo en el que te envuelve la belleza de la cueva... y diriges la luz, hacia cualquier lugar... y no sabes describir ni sus policromados colores, ni a que se asemejan las diferentes formas que estás viendo.
ResponderEliminarMe tuve que sentar en el suelo, sentir las manos en la tierra, olerlas y decir, no, no estoy dormida y esto es real. Cuándo has dicho que parecía una catedral eso mismo dije yo... y es más hasta pensé en Julio Verne y su libro Viaje al centro de la tierra... ¡ Existía otro mundo en el interior de la tierra! y yo estaba en él.
Amiga, te prometo que era la belleza al desnudo, sólo era visible del todo, si la luz de las linternas incidía en ella... hay más mundos qué los que conocemos, y no se necesita subir al espacio, están aquí en la tierra.
Un abrazo desde un lugar del corazón.
Hola Antonio, estamos en Extremadura... extrema y dura... y el caciquismo se ha ceñido la corona durante muchos, muchos años en esta tierra, Dios, como me duele mi tierra y sus gentes y el olvido en el que ha estado amordazada.
ResponderEliminarHoy la prioridad en la cueva, es mantener el delicado equilibrio de su ecosistema y su microclima, para que todo continúe como estaba desde hace más de 570 millones de años. Yo he estado en las cuevas de Nerja, en la del Drach de Baleares, en la de las Águilas... y no hay comparación con esta cueva. Sí, se sabe que es única en España, y que en el mundo sólo existen 5 cuevas similares... pero...
Quizá el momento actual no sea el más propicio para hacer algo, porque se han retirado todas las subvenciones para excavaciones arqueológicas, pero anteriormente si lo era, y como tú dices muy bien, ni siquiera se había hecho una entrada, para bajar a ella qué la que había abierto el animal encima de la cual se ha hecho una pobre caseta y desde ella se bajaba a la cueva...¡Intereses...! ¿De quién?.
Un abrazo con cariño.
Hola Loli, es cierto que fue una inmensa suerte poder bajar a esta cueva, antes de su cierre, esperé casi un año, pero mereció la pena, por las maravillas que me desbordaron y los sentimientos que despertaron en mí. Me sentí como acogida por la cueva, llegué a sentir que tenía vida. Y fíjate si habremos estudiado que los minerales son seres inertes... pues a mí no me lo pareció.
ResponderEliminarQuise tocar con mis manos alguna de sus formaciones, y no me atreví, porque sentí que era como profanar algo lleno de belleza, que desde millones de años escondía la tierra, y nadie debía tocarla.
Un abrazo con alas de felicidad.
Hola Mos, es cierto que es una maravilla, lo he repetido siempre y nunca serán suficientes para explicar lo que la Cueva de Castañar de Ibor tiene.
ResponderEliminarSe la ha declarado ESPACIO NATURAL PROTEGIDO con categoría de MONUMENTO NATURAL... pero lo cierto es que una caseta construida encima de la abertura de la cueva, que ya abrió el animal... es toda la protección que tiene, sí se quiere entrar a ella. Y personalmente he visto restos expoliados de este lugar... ¡qué no aprendemos los humanos a respetar nada!
Mos, un abrazo con cariño.
LA AVENTURA
ResponderEliminarEsta cueva simpar de Castañar,
que en Ibor, tiene plaza asegurada,
por tu pie singular fue visitada,
teniendo veinte metros que bajar.
Maravilla del mundo, singular,
roca caliza por el agua hollada,
jazmín de piedra en tu feliz mirada,
patrimonio del mundo a visitar.
Hermosa y bella tu fotografía,
carámbanos de hielo, por doquiera,
colgantes y adosados, qué alegría,
simulando un jardín en primavera,
un bosque mineral de fantasía,
que roba el alma en su ancestral carrera.
O.Z.M.
Maravilloso tu reportaje literario y fotográfico,
que nos lleva a descubrir algo fantástico y real.
Enhorabuena, Ángeles.
Ángeles con tu hermosa y fluida prosa vamos recorriendo las entrañas de la naturaleza en su plenitud. Parajes que vemos a través de tu texto y que nos invita a conocerlos in situ.
ResponderEliminarSin duda, la Cueva de Castañar de Ibor es para mi a partir de esta lectura una asignatura pendiente.
Gracias por este maravilloso viaje.
Un abrazo
Ángeles,cada vez que entro en tu blog me encuentro un nuevo relato a cual mejor, este es una maravilla, lo mismo en fotografía que en la informaciòn. Tienes una tierra, que es Extremadura, con todos sus encantos.
ResponderEliminarCuànto me encantarìa poder verla y disfrutar de todo lo que nos cuentas.
Besos y un saludo.
Angeles hacia tiempo no pasaba por tu blog y esta vez, ha sido para entrar y salir encantada de tu texto. Un abrazo, Angeles, desde EEUU.
ResponderEliminarDebió de ser un momento mágico bajar ahí y visitar esa maravilla de la naturaleza. Las fotos son una pequeña muestra del tesoro que allí se resguarda y que espero sepamos conservar.
ResponderEliminarSaludos
Cuántos tesoros guarda este hermoso planeta,tantos y tantos que posiblemente jamás conoceremos y que de hacerlo,nos invadirían de su magia,al igual que te sucedió a ti, que tuviste el privilegio de admirar esas entrañas.
ResponderEliminarOtra cosa,Ángeles, sigo siendo seguidora tuya,jamás dejé de serlo y no sé qué es exactamente lo que ocurre para que no te salga nada más que los sitios en los que participo en lugar de mi blog.Tal vez sea como dices, lo de la foto que he cambiado recientemente...no sé.
Intentaré cambiarla a ver si ese es el motivo.
Besos.
Angeles, me ha encantado, toda una belleza de texto y fotografías. Feliz semana.
ResponderEliminarHola Olegario, gracias por tu soneto (eres el trovador de los sonetos) tan lindo y maravilloso, sobre otra de las maravillas que esconde nuestro planeta en su interior.
ResponderEliminarYo he visitado otras famosas cuevas de España, como la de Nerja, la de Drach en Baleares, o las de las Águilas, y estas están muy preparadas para vender lo que ofertan las cuevas... Pero aquí en esta de Castañar, es la propia persona, la que descubre un mundo de ensueño, sin descafeinar, ni adulterar.
Un abrazo con alas de felicidad
Ay Felicidad, no tengo palabras suficientes para describir esta belleza... por algo es la mejor joya espeleológica de España... estás mirando formaciones como de nieve... y al lado mismo, encuentras otras inmensas formaciones policromadas. Es un mundo de ensueño y encantado, y de veras que pensé en Julio Verne... ¿Tendrá razón con lo que dice en su libro, Viaje al centro de la tierra?. Todos sus libros han resultado proféticos muchos años después de haberlos escrito.
ResponderEliminarSólo puedo decir, que es una maravilla que desborda el alma.
Un abrazo con mi cariño
Hola palabras al viento, gracias por tu presencia en mi blog, siempre con bellas palabras. La cueva de Castañar de Ibor es una maravilla, pero actualmente ha tenido que cerrarse, para que no se altere el microclima de ella. Lo que ocurre también es que con la crisis que tiene España, se han suspendido todas las ayudas que se dedicaban para la investigación arqueológica, y no se está haciendo nada.
ResponderEliminarLo bueno para las formaciones de la cueva, es que no se alteran y continúan estando como hace 750 millones de años.
Un abrazo cruzando el Atlántico.
Gracias Noris por llegar hasta mi espacio. Es cierto que a veces no podemos por falta de tiempo, ocuparnos de los blogs, o de visitar los de otros amigos.
ResponderEliminarPor eso, cuándo podemos hacerlo, es una alegría grande.
Cariños con mi abrazo.
Noris... estoy haciendo un experimento, para ver si desde este ordenador viejo, puedo contestar debajo de vuestros comentarios.
EliminarUn abrazo con estrellas de luz
Hola Trini, es cierto que fue una experiencia, de esas que se quedan para siempre en el alma. Mi amigo Manuel, la había visitado varias veces, antes que los espeleólogos la vieran, y siempre dijo que era algo nunca visto, y tiene toda la razón... Ya se sabe que es la mejor de España, en este tipo de formaciones geológicas, y en el mundo, sólo hay otras cinco similares...¡ para mí, es la mejor que he visto! y he estado en las más famosas de España.
ResponderEliminarUn abrazo con alas de felicidad
Marinel, gracias por llegar a mi espacio. Creo que en el interior de la tierra, debe haber verdaderas maravillas, y que sólo de manera fortuitas se pueden encontrar, porque como no se sabe donde se encuentran, casi siempre es porque se descubre una entrada, cuando alguien o algo, pisa sobre ellas... de esta forma se han ido descubriendo estos tesoros del interior de nuestro planeta.
ResponderEliminarY lo que te dije de que sólo me sale el lugar donde participas, es cierto, cuándo tengas tiempo, pásate por mi blog y clica en tu avatar de seguidores, verás que es cierto lo que te digo.
Un abrazo desde un lugar del corazón.
Gracias Maruja por tus palabras, es cierto que es una maravilla, única en España. Parece que te encuentras en otro mundo de fantasía, o de magia... y sientes que la cueva está viva, yo lo sentí, y ni me atreví a tocar nada. Sólo me tuve que sentar en el suelo, para admirar el techo, donde la belleza al desnudo te desborda el alma.
ResponderEliminarUn abrazo con cariño.
Hola Ángeles,un extenso relato y muy bien detallado, las imágenes son expléndidas y tus conocimientos aún mas.
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena, un saludo.
Esta cueva es tan bonita y maravillosa que bien pudiera ser visitada por seres de luz como las hadas.
ResponderEliminarLa belleza que alberga este lugar que describes parece de cuento de hadas.
Tu blog es divino. Visitarlo resulta una bendición
En verdad que hay cuevas prodigiosas por su belleza. Desgraciadamente para mí, soy claustrofóbico y lo paso mal cuando visito alguna. También la humedad que suele haber me afecta, así y todo, he visitado Las Cuevas del Águila en Ramacastañas, no lejos de Cáceres y Las Cuevas de Mira de Aire en Portugal.
ResponderEliminarDe tipo prehistórico tenemos en Asturias unas cuantas, Tito Bustillo, la Cueva de Peña de Candamo, la del Buxu y la del Pindal son de las más importantes, pero son otra cosa.
Está bien eso de restringir la entrada a un número de personas. Hace bastantes años, cuando visité la de Nerja, era un dolor ver estalactitas rotas y firmas de graciosos.
Salu2.
Gracias halconcien por estar en mi espscio con palabras hermosas. Aquí en esta entrada de la Cueva de Castañar de Ibor, parece que me faltan palabras para expresar la belleza que encuentras mires donde mires, parece un mundo mágico, donde los sieños pueden tener esas maravillosas formas, que te extaxian el alma.
ResponderEliminarUn abrazo con brisas de felicidad.
Es cierto lo que dices Alfredo, hay maravillas ocultas bajo tierra. Las cuevas del Águila, están cerca de mi pueblo, y el pastor que descubrió la entada, era y es de Miramontes, primo de una amiga, la he visto en varias ocasiones, y sus ¿salas? son más amplias que estas, que casi no puedes andar sin pisar alguna de sus formaciones.
ResponderEliminarPero lo más doloroso, es ese gamberrismo de escribir sobre las estalactitas, o como en el caso de esta cueva, antes de visitarla yo había visto ya, varios trozos policromados y una estalastita de casi un metro en azul celeste, que habían sido expoliados de allí, y eran verdaderas maravillas.
Y lo peor de todo es que la entrada a la cueva, no ofrece ninguna garantía para que esto no continue haciéndose, porque es muy fácil entar a laa cueva.
Un saludo.
Hola MºJesús, ¡eso es lo que yo pensé tambien cuando estuve dentro de la cueva, es como el máslindo de los palacios, adornado con toda la belleza que ni siquiera se puede imaginar hasta que no se visita!
ResponderEliminarEs otro mundo desconoccido al nuestro, donde se puede pensar de todo.
Un abazo con alas de luz.
Uno empieza a creer que la naturaleza, por sí misma, es una artista suprema. Allí oculta al sol, en solitario, la naturaleza ha labrado esta maravilla durante eones. Las fotos que muestras son de una belleza extraordinaria; y extraña al mismo tiempo, pues reúnen todas las esencias del concepto estético de otro mundo distinto al nuestro (criaturas de luz): el del mundo de las tinieblas.
ResponderEliminarQuerida Ángeles, espectacular tu relato, acompañado con esas series de fotografías, que demuestran lo sabia que es la naturaleza y lo hermosa que es.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un abrazo.
Dafd, no sé que decir de estas maravillas que hay ocultas a la mirada de los hombres bajo tierra. Es cierto que todo en la naturaleza, ocurre por algo, y cumple una misión... Pero es que yo, cuándo tuve la inmensa suerte de poder verla... me pareció la más bella de las catedrales... incluso en una de las salas, hay un techo muy, muy similar al de la Sagrada Familia de Barcelona... y me quedé...
ResponderEliminarY es cierto, pensé en Julio Verne, y su libro Viaje al centro de la Tierra... todos sus libros han resultados que lo narrado por él... no era una utopía... sólo falta este.
¿Hay habitantes en el centro de la tierra? ¡puede!, lo que sí es cierto que es la cueva más maravillosa de todas las que he visto.
Un abrazo con brisas de primavera
Ay Letras de papel... la fotografías no son capaces de mostrar, cada uno de los detalles de la cueva... es una maravilla, por algo es la primera cueva de España con estas características geológicas, y en el mundo, sólo existen cinco parecidas a ella... y las preguntas, surgen... y la imaginación se dispara en conjeturas... ¿Por qué están estas maravillas escondidas al ojo humano?
ResponderEliminarUn abrazo con alas de felicidad.
Pues me parece que sí puedo contestar desde aquí, voy a ver si ha salido publicado mi comentario.
ResponderEliminarGracias halconcien porque lo estoy haciendo debajo de tu blog.
Un abrazo con cariño