(Exterior del monasterio)
El Monasterio de Yuste, es uno de los más conocidos y visitados de España y Europa no por sus riquezas ni su grandiosidad, si no por su vinculación histórica con los últimos dos años de vida del emperador Carlos I de España y V de Alemania, donde después de guerrear toda su vida, vino a descansar en él, hasta su muerte ocurrida el 21 de septiembre de 1558.
Está situado en las cercanías de Cuacos de Yuste, en la ladera de la sierra de Tormantos en la comarca de La Vera (Cáceres), en un paraje de belleza excepcional. Tiene su origen en un pequeño cenobio, que vio aumentar su tamaño gracias a la donación de unos terrenos a principios del siglo XV por la comunidad jerónima de Guadalupe, el patrocinio de los condes de Oropesa y personas influyentes de la Vera extremeña. Fue fundado en 1402 por unos vecinos de Plasencia. En 1408, se les dio bula a los ermitaños que vivían allí, para sujetarse a las reglas del monje San Jerónimo.
(Vista lateral del monasterio)
En 1556 el gran emperador Carlos V, cansado de guerras y de gobernar uno de los mayores imperios que se han dado en la historia de la Humanidad (allá donde el sol no se ponía nunca) decide descansar y dedicarse a la vida monástica en este lugar, es decir, a la oración, meditación, la lectura y la vida contemplativa. De forma precipitada se construye una Casa Palacio anexo al monasterio y la iglesia, (con cuatro habitaciones para su uso personal) donde poder pasar sus últimos días de vida, después de abdicar gran parte de sus dominios en su hijo Felipe II. Le acompañaron en su retiro unos 60 servidores y unos 40 monjes. ( Cercano al Monasterio existe el cementerio Alemán, donde fueron enterrados los servidores que no quisieron separarse de su Emperador)
(Silla en la que fue llevado Carlos V)
Carlos V regresó desde Alemania a España en una travesía por barco desde Flandes hasta Laredo, con el propósito de curar la enfermedad de la gota en una comarca de la que le habían hablado por su buen clima y alejada de las grandes ciudades, la comarca extremeña de La Vera. Tardó 1 mes y 3 semanas en llegar a Jarandilla de la Vera, fue trasladado en una silla acondicionada con techo, a hombros de sus soldados a lo largo de la extensa Castilla.
Carlos V regresó desde Alemania a España en una travesía por barco desde Flandes hasta Laredo, con el propósito de curar la enfermedad de la gota en una comarca de la que le habían hablado por su buen clima y alejada de las grandes ciudades, la comarca extremeña de La Vera. Tardó 1 mes y 3 semanas en llegar a Jarandilla de la Vera, fue trasladado en una silla acondicionada con techo, a hombros de sus soldados a lo largo de la extensa Castilla.
En Jarandilla de la Vera se hospedó en el castillo que los Condes de Oropesa tenían en esa villa . Allí esperó desde Noviembre de 1556 hasta el día 3 de febrero de 1557, a que finalizaran las obras de la Casa Palacio que mandó construir adosada al Monasterio. Esta tenía de dos plantas con cuatro estancias cada una, alrededor de un patio interior; las habitaciones del emperador, estaban ubicadas junto al coro de la iglesia, de modo que le permitían asistir a los oficios religiosos desde su propio dormitorio, sentado en su litera, donde permanecía postrado debido a la grave afección de gota que le aquejaba.
(Habitación de Carlos V en el Monasterio)
Durante la estancia del emperador en Yuste, numerosos personajes de la Corte pasaron por allí para visitarle, entre ellos el propio monarca Felipe II y allí fue donde también conoció a su hijo bastardo, ( el después famoso Don Juan de Austria, vencedor de la batalla de Lepanto contra los turcos) y reconocido por Felipe II como su hermanastro.La iglesia del Monasterio comunica con las habitaciones del emperador por medio de una puerta desde donde Carlos V podía oír misa desde la cama. Debajo de la iglesia, en la Cripta, se conserva el ataúd en el que primeramente fue enterrado Carlos V durante nueve años, hasta de que su hijo Felipe II decide trasladar sus restos al Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Durante la estancia del emperador en Yuste, numerosos personajes de la Corte pasaron por allí para visitarle, entre ellos el propio monarca Felipe II y allí fue donde también conoció a su hijo bastardo, ( el después famoso Don Juan de Austria, vencedor de la batalla de Lepanto contra los turcos) y reconocido por Felipe II como su hermanastro.La iglesia del Monasterio comunica con las habitaciones del emperador por medio de una puerta desde donde Carlos V podía oír misa desde la cama. Debajo de la iglesia, en la Cripta, se conserva el ataúd en el que primeramente fue enterrado Carlos V durante nueve años, hasta de que su hijo Felipe II decide trasladar sus restos al Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
(Silla de Carlos V donde se sentaba para aliviar su dolencia de gota)
En este plácido lugar permaneció un año y medio en retiro, alejado de las ciudades y de la vida política, y acompañado por la orden de los Jerónimos, quienes guiaron espiritualmente al monarca hasta sus últimos días. Curiosamente el Emperador no murió de gota, enfermedad que padecía, si no de paludismo por la picadura de un mosquito, proveniente de las aguas estancadas de uno de los estanques del Monasterio, construidos por el experto en relojes e ingeniero hidrográfico Tizzano. Carlos V el gran emperador falleció el 21 de septiembre de 1558 tras un mes de dolorosa agonía.
(Féretro donde estuvo su cuerpo durante 9 años)
En un acto realizado en el Monasterio el día 13 de abril de 2007, con la presencia de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, representantes autonómicos y de los países de la UE, se hizo entrega de la distinción del sello de Patrimonio Europeo al Monasterio de Yuste.
Hace mucho que estuve por alli. Gracias por recordarme este bello lugar. Un abrazo
ResponderEliminarYa he ido dos veces a Jarandilla de la Vera y al Monasterio de Yuste...Me encanta. Pienso volver más veces, porque, así, de paso vuelvo otra vez a Guadalupe...¡Es Fantástico!
ResponderEliminarUn abrazo, Ángeles.
No he estado pero suena hermoso tal y conforme lo describes. Ojalá que pueda visitarlo en alguna ocasión. Será maravilloso.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo cielo y gracias por tanta información
Como siempre bien documentada, nos narras los últimos días de la vida de Carlos V en ese Monasterio en tan precioso lugar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un Monasterio precioso Ángeles, gracias por introducirnos en él a través de tu blog. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Angeles,gracias por tus palabras,amiga.
ResponderEliminarNo he ido nunca al monasterio de Yuste y ha sido un verdadero placer acercarme a él y recordar, en la paz de su entorno, los últimos días de nuestro Carlos I,aquel rey que tanto hemos admirado y querido en el colegio...Gracias por todos los detalles,que nos dás.La historia vuelve a nosotros con un halo de humanidad y de espiritualidad...Todos somos humanos y limitados,la humildad nos permite elevarnos espiritualmente y eso hizo "nuestro rey"reconocerse "un pobre mortal"y acercarse a Dios en la soledad de Yuste para limpiar y transcender su espíritu más allá de la materia y de su caducidad.
Mi felicitación por el alma e intensidad,que siempre pones en tus posts.
Mi abrazo inmenso por tu cercanía y amistad.
FELIZ DOMINGO,ANGELES.
M.Jesús
Hola Angeles
ResponderEliminarQue bien documentado y que gusto da viajar virtualmente contigo
No he estado nunca y me gustaria conocerlo
Un abrazo
Hola Chelo, es cierto que el entorno es de una belleza excepcional, y dentro de las habitaciones del Emperador, hay una austeridad espartana, pero que impresiona precisamente por ello. El hombre más poderoso de su época, el que podía tenerlo todo, quizá intuyendo su muerte, se retira para según su fe, ponerse en paz con su conciencia y su Dios.
ResponderEliminarCracias por tu comentario y un abrazo grande.
Grcias Pedro Luis por acercarte e mi espacio. Si vuelves por Jarandilla de la Vera, debes visitar Cuacos de Yuste, en una maravilla de pueblín a escasos dos Km del Monasterio de Yuste. En él se encuentra la casa donde vivió "Jeromín" el futuro Juan de Austria, hijo bastardo del Emperadpor y de Bárbara Bomberg...
ResponderEliminarCarlos V quiso tenerle cerca de él en los dos últimos años de su vida, porque ni siquiera le conocía personalmente. Fue aquí en el Monasterio donde se le llevaron para que le conociese, y esto se repitió en varias ocasiones. Dicen que la presencia del niño, le llenaba de alegría y desde allí, escribió una carta a su hijo el rey Felipe II, para comunicarle la existencia del niño y su paternidad...
Un abrazo con una lluvia de felicidad.
Hola Mari Carmen, cracias por acercarte a mi blog y dejarme tu huella linda. Sí tienes ocasión no dejes de visitar el monasterio de Yuste, no sólo porque forma parte de nuestra historia, si no porque está ubicado en un paraje de belleza absoluta y además te hace meditar... en como un hombre que todo lo tuvo, Carlos V, decide retirarse del mundo, para buscar en el silencio y la oración, la paz de su alma y su acercamiento a Dios.
ResponderEliminarUn abrazo con mi cariño.
Hola Rafaela, gracias por tu presencia en mi espacio. El Monasterio de Yuste tiene el poder de acercarnos a la espiritualidad que todos tenemos en el alma, comparando todo lo que poseía Carlos V, y con la austeridad que decide vivir luego, meditas y te das cuenta como es más importante la paz del alma, a todas las riquezas y el poder del mundo.
ResponderEliminarCon un rayito de sol, te envio un abrazo.
Gracias Pepe por tus palabras en mi espacio. Lo más bonito del Monasterio de Yuste... lo llevamos nosotros en el alma, y al llegar allí es como si fluyese al exterior, para respirar la espiritualidad y la paz que allí habita.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y toda la Cofradía...¡Qué vuestra Semana Santa os anegue en amor y luz!
Hola Maria Jesús, es cierto que al visitar el Monasterio de Yuste, te llenas de espiritualidad y paz, y no es por las riquezas que posee, o la inmensa belleza de su arquitectura, su maravilloso claustro o el paraje donde está construido...no, se vive y se ve con los ojos del alma...
ResponderEliminarEs porque ves la absoluta austeridad que hay en las habitaciones del Emperador. Le ves un como hombre que sólo anhela la paz de su espíritu en una renuncia al mundo donde vive y lo que es. Como un hombre más, busca la espiritualidad y el acercamiento a Dios. Tú lo dices muy bien, el todopoderoso Carlos V, se humaniza desde la soledd, para acercarse a Dios.
Un abrazo desde mi alma de golondrina.
Gracias Marian por tus palabras... dentro del nuestra alma habitan lugares, emociones, sentimientos, vivencias, y si abres su puerta, todo queda en libertad y podemos vivirlo, sentirlo, y los recuerdos se rescatan del pasado y se convierten en un presente lleno de todo lo que nos desbordó el alma.
ResponderEliminarUn abrazo desde un lugar del corazón.
Querida Ángeles: Una vez mas me encuentro metido en tus relatos sin conocer tu tierra, pero con tu forma de explicarlos y las bellas vistas es como si los conociera, ojalá algún dia pudiese ir a disfrutar de esas maravillas y sus paisajes.
ResponderEliminarUn beso.
He disfrutado de La Vera en muchas ocasiones. Y desde Yuste a Garganta de la Olla, imprescindible. Gracias por estas rutas, Ángeles.
ResponderEliminarHola Palabras al viento, gracias por darme tus palabras y minutos de tu tiempo. Ójala puedas si así lo deseas visitar Extreamdura, hay una sencilla belleza y armonía en sus paisajes, en sus piedras habla la historia, y sus gentes, son íntegras y leales.
ResponderEliminarUn abrazo desde la distancia.
Gracias Ximens... Ya veo que conoces la comarca de La Vera, es toda una maravilla. ¿Sabías que los últimos musulmanes que quedaban en España en la época de Los Reyes Católicos, les dijeron que les cediesen Extremadura y harían el mayor vergel del mundo?
ResponderEliminarY además, se terminarían las luchas y los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes.
¡También de Extremadura se decía, ¡qué era la tierra donde nacían los dioses...!
Un abrazo con mis deseos de felicidad.
Siempre me ha llamado la atención la decisión valiente del hombre mas poderoso del mundo en su momento, de dejarlo todo para irse a un monasterio....
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
Menuda gracia le haría al hermético Felipe II conocer a Juan de Austria. Seguro que en lo primero en que pensó fue en encargarle acometer lejanas empresas.
ResponderEliminarSÓLO EL AMOR ES REAL, gracias por tus palabras en mi espacio. Yo creo que cuando el hombre lo posee todo, como le ocurrió al emperador, te das cuenta que el alma habla, porque anhela algo que es su verdadera identidad y busca desde el silencio encontrarla.
ResponderEliminarNo importa lo que tienes en bienes físicos, buscas la espiritualidad, y la paz del alma, porque te das cuenta que es lo que realmente te hace feliz.
Un abrazo.
Huy dadf... si es cierto que hubo muchas dudas sobre la paternidad, del niño Jeromín,nombre por el que era conocido. La princesa Juana, regente en ausencia de Felipe II, pidió conocer al niño, lo que hizo en Valladolid en mayo de 1559, coincidiendo con un auto de fe.
ResponderEliminarSu medio hermano Felipe lo hizo a mediados de septiembre de 1559, un año después de la muerte del Emperador.
Y entonces Felipe II, siguiendo las indicaciones de su padre Carlos V, expresadas en el codicilo de 1554, reconoció al niño como miembro de la familia real. Le cambiaron el nombre por don Juan de Austria. Y se le otorgó casa propia, a cuyo frente puso a don Luis de Quijada.
Un abrazo con alas de felicidad
Una maravilla tu explicación, también conozco Yuste, lo mismo que Cuacos y otros lugares de tu preciosa tierra. Pongo mucha atención a lo guías de turismo cuando cuentan la historia. Viendo los aposentos del rey he recordado que los dolores le impedían caminar, desde su cama escuchaba la misa y desde allí podía ver el altar, también lo trasladaban en sillas protegiendo los dedos de los pies. No es extraño que la enfermedad se debiera al consumo elevado de carne de caza.
ResponderEliminarPreciosa entrada como todas las tuyas con ese toque tan personal que sólo tú sabes dar.
Buenas noches, amiga.
Gracias Loli, por acercarte a mi espacio, es cierto todo lo que dices sobre la enfermedad de Carlos V... y lo peor, no lo he dicho en mi entrada, pero es que su pierna se llenó de llagas, y de gusanos... en ellas, me lo dijo uno de los monjes del monasterio, que es primo de mi amiga Nuria. Y lo que asombra, es la austeridad en la que pasó sus dos últimos años... quien tuvo el mayor imperio de todos los tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo con una lluvia de felicidad.