VIRIATO : EL AZOTE DE ROMA

Desde muy pequeña las ranitas verdes que tenía en mi bote de hojalata, me causaron un gran trauma, me pasaba el día besuqueándolas para ver si se convertían en príncipes como decía el cuento que me había contado “Feipe” para poder vivir en un maravilloso palacio…
¡Y solo quedaban mis labios pegajosos, porque aunque las besaba no pasaba nada, continuaban siendo ranas de ojos saltones y cara de bobas!

También Caperucita, me parecía una niña mala y desobediente y por eso casi se la come el lobo. Blancanieves, era poco lista, porque comerse una manzana que la da una vieja fea, fue fatal, ningún niño debe comerse nada de lo que le dan los desconocidos. Cenicienta una descuidada perdiendo un zapato de cristal… y sino la ayuda un hada, se queda descalza y quitando las cenizas de la cocina, no me gustaban esos cuentos…  
Mi imaginación era capaz de inventarlos más bonitos y como yo quería, hablando con cualquier flor o animal que veía en mi pequeño mundo… 
¡Pero ayyy un día todo cambió!

"Feipe" me habló de Viriato, él era del Guijo de Santa Bárbara y Viriato había nacido en su pueblo, había recorrido sus campos cuidando cabras... y lo más maravilloso del mundo mundial, era un valiente rebelde que había luchado contra los romanos invasores, y nadie podía derrotarle… y desde entonces para mí, Viriato fue mi héroe infantil (quizá porque yo también era y soy una rebelde en causas justas) y siempre que podía hacía que "Feipe" o mi padre me contasen aventuras de este pastor que me sedujo con sus hazañas…
 ¡Y que además era extremeño! Porque una de las divisiones que hicieron los romanos de nuestra península fueron, Lusitania, Baetica y Tarraconensis y mi héroe había nacido en Lusitania (lo que hoy es Extremadura y parte de Portugal, le consideraba como algo mío por ser extremeña)

Cuando he sido mayor he continuado sintiendo una admiración por este héroe de mi infancia y he recorrido su historia y los lugares por donde se dice que él caminó.
 Y es muy difícil resumirlo en una entrada, pero lo intentaré.Todo comenzó en el año 150 a.C, cuando los romanos estaban invadiendo Hispania, el pretor romano Galba convocó a una supuesta entrega de tierras a los lusitanos, que debían acudir sin armas.
  Se trataba de una traición, pues, una vez reunidos, el pretor dio orden de asesinarlos a todos. Entre los que lograron escapar a la terrible masacre se hallaba Viriato, que a partir de ese momento se convirtió en el líder de la lucha contra la dominación romana.

Cercado por el pretor Cayo Vetilio en el 147 A C. consiguió romper las líneas romanas y, con un millar de incondicionales, escapar hacia Tríbola y atraer a sus perseguidores a una emboscada en la cual sucumbió Vetilio. Durante siete años, su genio militar frenaría a las legiones de Roma siendo su azote y dando muerte a los cuestores Cayo Plaucio, Claudio Unimano, al pretor Quincio y al cónsul Serviliano.

Viendo Roma que no se podía acabar con Viriato en la batalla, envió al cónsul Cepión, quien de forma repugnante, sobornó a tres de sus capitanes ofreciéndoles una gran recompensa, Áudax, Ditalco y Minurus, para que dieran muerte a Viriato en el año 137 A.C.
 ¡Lo que hicieron mientras este dormía clavándole un puñal en el cuello!
Cuando los tres traidores volvieron a reclamar su recompensa al campamento romano, lo único que obtuvieron como respuesta fue la famosa frase: “ Roma no paga traidores”.

Muerto Viriato sus seguidores se refugiaron en Numancia, donde tras un largo asedio por parte de Cipión y sus legiones romanas, decidieron darse muerte unos a otros antes de rendirse a los romanos,
Numancia está situada sobre el Cerro de la Muela, en Garray, a siete kilómetros al norte de la actual ciudad de Soria. Donde se pueden ver sus restos, pero la necrópolis de la ciudad no se había encontrado, por más que se la había buscado, llegándose a pensar que los romanos la habían destruido como castigo de la rebelión.

La necrópolis se descubrió en 1993 por trabajos realizados furtivamente. Se localiza en la ladera sur del cerro, y tiene una extensión de algo más de una hectárea. Pasaron aún varios años hasta comenzar su excavacion  y hasta el momento se han exhumado ya 155 tumbas…

 Lo más fascinante de mi admiración por Viriato y los numantinos...
  ¡Es que mi hija que es arqueóloga ha participado en la excavación de la Necrópolis de Numancia!

Y lo que me ha contado sobre ella, me parece que mi sueño infantil se hace real

 ¡Algo que jamás hubiese imaginado cuando desde mi infancia hice de Viriato mi héroe favorito!