¡ EL TIEMPO EN MIS MANOS !

Uno de mis hobbies favoritos es buscar fósiles, sentir y ver en mis manos esos millones de años que ellos representan...saber que la vida ha tenido esa maravillosa pluralidad de seres, hoy extinguidos...y nos ha dejado esas huellas de su pasado, un pasado que emerge desde la tierra y con su mudo silencio me hablan de un lejano pasado que nunca volverá.

Hoy se sabe sin ninguna duda que la vida en nuestro planeta, se originó en el agua (hace aproximadamente 4.000 millones de años) al empezar a enlazarse grupos de moléculas que originaron pequeñas cadenas de ARN y ADN, estas cadenas fueron creciendo hasta formar organismos unicelulares, estos organismos subsistieron como tales hasta hace aproximadamente 600 millones de años donde empezaran a formarse organismos pluricelulares en la ERA ARCAICA en el periodo (PRECÁMBRICO)
Son millones de años intentando resumirlos, para decir por qué hay tantos fósiles en el centro de nuestra península ¡era un mar! el mar de Tetis.

En esta época, hace 580 millones de años, debido a inmensos cataclismos inimaginables de las placas tectónicas, se hallaban emergidas zonas del Macizo Gallego, formando una ancha dorsal (o lomo) de dirección NO-SE (Macizo Galaico-Duriense o Hespérico), a la que se adosarán luego los territorios elevados en el primario o paleozoico.
El resto del actual relieve de España, estaba cubierto por el Mar de Tetis… que en posteriores movimientos de las placas tectónicas, emergieron al exterior donde han quedado todos esos animales fosilizados que un día habitaron en el mar y hoy están en la superficie. 
Los fósiles más antiguos encontrados son los trilobites, de más de 500millones de años.

Otoño en mi tierra es una explosión de matices policromados bruñidos de oro, que te envuelven y hechizan con toda su cambiante belleza mientras que en una alfombra de verdosos tonos crece con lujuria sobre la tierra árida del verano…
Infinidad de florecillas silvestres renacen, mecidas por el rumoroso sonido del viento que juega y se mimetiza con el enjambrar de las abejas entre brezos, romero, jaras...Los alcornoques han sido desnudados de sus rugosos vestidos de corcho, y muestran la desnudez de su intimidad en tonos rojizos, entre el color ocre amarillento de sus hojas...

Los madroños comienzan a madurar, y parecen bodoques amarillos, anaranjados, rojos, que un pintor impresionista hubiese salpicado en brochazos llenos de color y luz...las jaras desangradas de sus flores de nata, reverdecen de nuevo y los brezales comienzan a florecer en malvas, azules, blancos...entre robles, pinos y acebos, que crecen exuberantes por toda la sierra de Altamira y Guadalupe, en Extremadura.

Cada año, cuando llega el otoño, cuando después del árido verano ya se han vuelto a marcar en la tierra los cortafuegos, cuando han caído las primeras lluvias torrenciales de un otoño de agua, es el mejor momento para encontrarlos...porque la tierra ha sido removida, y las lluvias han erosionado la primera capa de esa tierra donde han permanecido enterrados millones de años...y son expulsados hacia el exterior... es muy fácil encontrarlos en los pequeños arroyos que forman las aguas de arroyada y han llegado rodando hasta allí…
¡Entonces, me calzo mis "botas de siete leguas", mi mochila, con una botella de agua, bocadillos, una pequeña piqueta y…

¡En busca del tiempo perdido...!" Caminar sobre el suelo de la sierra sin huellas ni caminos marcados, perderme por lugares vírgenes donde el silencio es pura música, donde la vida crece en cada rincón...y formas parte de todo lo que te rodea...

He encontrado una increíble variedad de ellos, y no deja de asombrarme, ni su perfecto estado, ni los millones de años pasados desde su existencia... (Tuve que comprarme la gran enciclopedia de los fósiles, para saber cómo se llamaban los que encontraba) porque nunca pensé que tantas maravillas pudieran estar ocultas bajo la tierra y salir al exterior.

He encontrado varias clases de trilobites del periodo Cámbrico (500 millones de años) ammonites, de la misma época, sanguinolites, helechos petrificados en pizarra de varias formas, peces, philloceras, arctostreas, redonias, arcas, crucianas, decenas de especies que son una maravilla como producto de las convulsiones geológicas de la Era Arcaica.
 Y cuando les tengo en mis manos, no sé decir que sentimientos de gozo me envuelven, saber que esos seres existieron antes que los dinosaurios poblasen la Tierra...y los primeros homínidos no habían aparecido...

Es una gozada, que me acaricia el alma, quizá quien no los haya visto nunca, o buscado, no pueda entenderme...!pero encontrarte en una torrentera uno de ellos, o asomando entre los estratos de las pizarras...y con todo el mimo del mundo tratar de sacarle sin que se rompa, ni saber cuán grande es, o si está entero...es...¡ no sé decir la inmensa alegría que se siente...! sé que tengo el tiempo en mis manos... ¡un tiempo de millones de años.

Este fin de semana he vuelto a realizar mi primera excursión del otoño, entre colores y olores, donde el tiempo parece estar detenido, donde la vida unifica pasado y presente, en un crisol de ecos intemporales !

Y he vuelto a casa, con la mochila llena de verdaderas joyas, que son toda una gozada y sobre todo...con ¡EL TIEMPO EN MIS MANOS!

¡Más de 500 millones de años que solo esperan ser encontrados!