El sol de julio llagaba la tarde y ponía en las pardas sementeras ecos de fuego y brasas ¡el calor era el dueño del presente y ni un solo árbol daba cobijo a su ardiente fuego!
Sentada en el borde de la tumba romana miraba hipnotizada al suelo donde junto a los restos del ataúd, se encontraban trozos de sigillata, cristales de luciérnagas, monedas romanas... que habían formado parte del ajuar funerario de la persona allí enterrada...
Sentada en el borde de la tumba romana miraba hipnotizada al suelo donde junto a los restos del ataúd, se encontraban trozos de sigillata, cristales de luciérnagas, monedas romanas... que habían formado parte del ajuar funerario de la persona allí enterrada...
De pronto mi hija, desde el lado opuesto se acercó a la fosa, y me dijo:
-¡Mamá, no estarás pensando lo que yo pienso que piensas! ¿verdad? –Si, la dije mirándola a ella y a los restos de la tumba. - ¡Ni se te ocurra bajar ni coger nada- me dijo muy enfadada, esta tumba ha sido profanada y expoliada y desconocemos lo que hay después de la muerte y lo que puede pasar!
-¡Mamá, no estarás pensando lo que yo pienso que piensas! ¿verdad? –Si, la dije mirándola a ella y a los restos de la tumba. - ¡Ni se te ocurra bajar ni coger nada- me dijo muy enfadada, esta tumba ha sido profanada y expoliada y desconocemos lo que hay después de la muerte y lo que puede pasar!
Sé que tenía toda la razón… y pensé en todo lo que había ocurrido para que nosotros estuviésemos allí...
Ramón nuestro amigo, tiene un detector de metales, y es ingente la cantidad de monedas y objetos que ha encontrado bajo tierra…
Un día cuándo salió con él, llegó a un lugar donde el detector se puso a sonar en una extensa área, acostumbrado a las monedas, supo que lo que tenía bajo sus pies, era algo muy grande…
Él solo no podía escavar tanto espacio y se lo dijo a otros dos amigos. Y por la noche y a la luz de la luna, los tres excavaron donde el detector indicaba… enseguida supieron que era una tumba, porque estaba construida con ladrillos, y sigillatas romanas.
Siguieron escavando hasta encontrar un ataúd de alguna aleación de plomo bellísimamente repujado, que cubría a otro de madera…con enormes esfuerzos los abrieron y encontraron los restos de una persona enterrada en él, con un inmenso ajuar funerario.
Con una noche no tuvieron bastante, emplearon varias, en sacar y repartirse entre los tres lo que había en la tumba.
A la semana de este hallazgo que les tenía alucinados por el valor económico que habían sacado...
A Felipe, con 56 años, le dio un infarto y murió en el acto.
Cinco días más tarde, Jaime iba con su bicicleta por la carretera haciendo ejercicio, y un camión le arrolló y murió también en el acto, tenía 52 años.
Cinco días más tarde, Jaime iba con su bicicleta por la carretera haciendo ejercicio, y un camión le arrolló y murió también en el acto, tenía 52 años.
¡Habían pasado 14 días desde que los tres expoliaron la tumba encontrada!
Ramón se derrumbó y el terror le envolvió, pensando que el próximo en morir iba a ser él…
¡Era la maldición de la tumba!
Este terror, fue el que le llevó a ponerse en contacto con nuestra hija, licenciada en Arqueología, que nombrada por la Junta de Extremadura, prospectaba la zona arqueológica del Campo Arañuelo, para hallar tramos perdidos de la ruta de la Plata.
¡Era la maldición de la tumba!
Este terror, fue el que le llevó a ponerse en contacto con nuestra hija, licenciada en Arqueología, que nombrada por la Junta de Extremadura, prospectaba la zona arqueológica del Campo Arañuelo, para hallar tramos perdidos de la ruta de la Plata.
Quería que ella dijese que había encontrado esa tumba, y devolver todos los objetos que le habían correspondido a él. Al enseñárnoslos nos quedamos asombrados por las maravillas que tenía, collares, pulseras, fíbulas, luciérnagas, monedas, trozos del ataúd repujado y parte de un pectoral que al cadáver le habían colocado en el pecho, y se deshacía solo.
Pero si hay alguien con integridad absoluta, es nuestra hija, no sólo en su profesión sino en todos los actos de su vida, y le dijo rotundamente que no, que ella no iba a mancharse las manos con una mentira, para ganar honores ni fama.
Sus azules ojos se llenaron de lágrimas viendo como el pectoral del cadáver, que era bellísimo, se deshacía con sólo tocarle, porque debía haber sido tratado químicamente antes de cogerle, para fijarle. Le aconsejó que devolviese anónimamente lo que le había correspondido a él, a la Junta de Extremadura, como así ha hecho. Ramón la pidió que al menos ella viese la tumba abierta…
Y a esto mi hija dijo que sí, porque los romanos nunca enterraban en un lugar a una sola persona, y debía haber más tumbas cerca de la que él había encontrado, como así se suponía que era ¡y allí estábamos ahora! Alucinados con los restos que se veían aún, y sin atrevernos a tocar nada de lo que quedaba en la tumba.
Echamos enormes montones de tierra sobre la fosa abierta y allí quedó todo, sin que nadie pueda sospechar lo que hay debajo.
Echamos enormes montones de tierra sobre la fosa abierta y allí quedó todo, sin que nadie pueda sospechar lo que hay debajo.
A los pocos días de este suceso, tuve un sueño, mejor una pesadilla, donde alguien, me decía…- ¡Soy Artea, ayúdame! Desperté muy mal, no recordaba más del sueño y no comprendía que podía ser. A los pocos días, volví a tener el mismo sueño, aún más agobiante, y alguien que me decía las mismas palabras…¡Soy Artea, ayúdame!
No recordaba tampoco más, sólo esas palabras… y ya si me inquietaron un poco…Y en una tercera noche, se repitió el mismo sueño, donde vi, que una mujer que parecía estar embarazada porque llevaba una túnica, me volvía a repetir las mismas palabras…
¡Soy Artea, ayúdame! Desperté bañada en sudor y llorando, lloraba porque el sueño era angustioso y no le comprendía...hasta que sin saber porque relacioné mi pesadilla con la tumba, y me pareció entender que significaba.
Por la mañana fui a ver a Ramón a su trabajo y le pregunté donde estaban los posibles huesos, si es que los había, de esa tumba.
Me dijo que sí había huesos y estaban en casa de Jaime…los tenía su viuda.
¡Dios! entonces todo cobró un nuevo significado, le conté mis tres pesadillas, y le pedí que por favor enterrase esos huesos cerca del lugar donde habían estado siempre.
Así lo hizo, él continuaba aterrado por la muerte de sus amigos y enterró los huesos de la tumba, yo le pedí que nunca jamás nos dijera donde lo había hecho… ¡y ha cumplido su palabra!
Desde entonces han pasado ya tres años, y nunca he vuelto a tener esa horrible pesadilla. Una noche soñé con una mujer muy bella, que iba vestida con una túnica que parecía de oro, me sonreía dulcemente y se esfumaba entre nubes…
¡Supe que ella era Artea!
La intromisión en las tumbas suele ser castigada con maldiciones, hay que dejar descansar a los muertos. Tienes la capacidad de meternos en situación y hacernos participes de la historia. Abrazucos
ResponderEliminarHola Ester, tú me conoces y sabes que todo aquello que escribo en el blog de mis relatos es cierto, nunca mentiría a nadie con historias inventadas, por increible que parezca, todo ocurrió tal como lo cuento.
EliminarYo no me he atrevido nunca a volver al lugar de la tumba, la muerte de Felipe y Jaime, no sé si fue una casualidad o una maldición, como consecuencia de la profanación que hicieron en esa tumba, eso no lo sé, pero sí creo que a los muertos hay que tenerlos el mismo respeto o más que a los vivos.
Yo al menos lo siento y lo vivo así. Nadie conoce el mundo de los muertos y hay que respetarlos.
Mi cariño con un abrazo.
Ángeles
Las cosas que guarda la vida, la muerte y el tiempo, son un misterio.
ResponderEliminarPuede que sea creido o no.
Nos cuentas que es real, y te creo, a mí me han pasado cosas parecidas y he llegado a pensar que la forma física se hace polvo en la tierra pero la esencia queda en un lugar que desde este lado no sabemos comprender ni siquiera sospechar como puede llegar a ser.
Muy interesante el relato, y nos llama a tener respeto al lugar de descanso de los que ya se fueron.
Un abrazo.
Ambar
Ambar, sé que mi relato puede parecer a alguien que no me conozca, que no es cierto, que pena que no pueda demostrarlo nada más que con mis vivencias y las de mi marido y mi hija que las vivimos junto a Ramón.
EliminarNunca olvidaré aquella tarde ni mis pesadillas. Sólo puedo asegurar que los que me conocen saben la historia y más aún, porque los dos amigos murieron en un intérvalo de cinco días estando sanos, lo que desconocen es que habían tomado parte en el expolio de una tumba y turbado la paz de la persona que estaba allí enterrada, Los detectores de metales están prohibidos y se utilizan a escondidas, porque en nuestro subsuelo hay verdaderas joyas del pasado.
Ramón jamás ha vuelto a coger el detector de metales como hizo durante muchos años.
Un abrazo con mi cariño.
Ángeles
Sueños de leyendas de tumbas y tesoros, sabes que si lo lee Spielberg igual hace una película.. Muy interesante..
ResponderEliminarUn abrazo Ángeles..
Nada de nada llorenç, esta vez te has equivocado con mi relato, solo tengo mi palabra para narrar lo que viví, y esa palabra es mi alma, lo saben quienes me conocen. No necesito que Spielberg haga ningún guión con lo que ocurrio. Es más sé donde están las otras dos tumbas, mi hija como arqueóloga lo puso en conocimiento de la Junta de Extremadura y el expolio del que fue objeto una de ella, sin decir quien lo había realizado. Hoy están ocultas bajo camiones de tierra, porque no hay dinero para explorar yacimientos arqueológicos, solo se da para la investigación del yacimiento de Atapuerca.
EliminarPuedes pensar lo que quieras llorenç, la libertad de pensamientos es la mayor libertad que tenemos como humanos en una democracia, pero nosotros vivimos este terror de Ramón por la muerte de sus dos amigos y vimos parte de ese ajuar funerario que era una maravilla, y fue devuelto anónimamente a la junta de Extremadura.
¿Te has parado a pensar que Ramón puso en manos de mi hija y de paso en la mía y la de mi marido su libertad...? Pudimos delatarle y mandarle a prisión, esto es un delito penado con la cárcel, pero en ningún momento se nos paso por la cabeza, era y es nuestro amigo y su dolor era el nuestro.
De veras me ha dolido que te lo tomes a chufla llorenç, pero ni pongo ni quito una sola palabra de mi relato porque es totalmente veraz.
Un abrazo.
Ángeles
Los pelos de punta, Ramón corrio con mas suerte que sus compañeros gracias a vosotros, pero seguro que no vuelve a sacar nada de ninguna tumba.
ResponderEliminarSaludos desde Granada.
No sé Sofía si la muerte de los dos amigos de Ramón con menos de cinco días de diferencia, fue o no una casualidad de la vida, o una maldición por haber profanado esa tumba. Los dos eran personas sanas, llenas de vida y una muere de un infarto y a la otra le atropella un camión cuando iba pedaleando con su bicicleta por el arcen de una carretera, haciendo ejercicio. Eso ya solo pone los pelos de punta, por eso Ramón, que es amigo nuestro, muerto de terror, llamó a nuestra hija que era la arqueóloga que prospectaba el Campo Arañuelo.
EliminarNunca podré olvidar esa tarde ni lo que me ocurrió a mi después.
Un gran abrazo desde Madrid.
Ángeles
Hola Nines, menuda experiencia como para olvidarla. Creo que te conozco un poco y serias incapaz, de contar nada que no fuera real, no tienes que demostrar nada, no todo el mundo tiene la misma sensibilidad, y esta en la misma sintonías para entender ciertas cosas, ni esta preparado para pasar por ciertas experiencias en su vida, y tratándose de estos temas más todavía. Tendríamos que acostumbrarnos a ver la vida con otra mirada más amplia. Es una historia que recordaras siempre por su contenido, los yacimiento arqueológicos esta en muchos sitios, y esta rodeados de secretos.
ResponderEliminarTe dejo besitos y abrazos.
Hola Cristina, mil gracias por tus palabras de comprensión. Me conoces muy bien y como la he dicho a Ester, te lo digo a ti, todo, todo ocurrió como lo narro. Con esta entrada no he pretendido fantasear ni inventar ninguna historia, sabía que alguien dudaría de mi palabra, pero eso no me importa, también he sabido siempre que debía contarlo, como respeto a la persona que estuvo enterrada allí.
EliminarCristina, aún veo con los ojos del alma, la parte del ajuar funerario que le correspondió a Ramón, era maravilloso, hermoso, fascinante. Cuánto amor se la dió a esa persona en su última morada por el gran valor que se enterró con ella.
Cuando mi primera pesadilla no creí que fuera importante, tú sabes porque, en la segunda, me hizo bucar el nombre de Artea en google y me encontré, que era un nombre romano, nada más, pero ya en la tercera que fue brutal, fue cuando pensé en los posibles huesos de esa persona allí enterrada... y el resto fue la liberación de ese alma y mía.
Y creo que esa fue la causa por la que vimos su tumba y lo expoliado...
Te quiero mucho mi amiga.
Nines
Las tumbas son recintos sagrados que deben de ser respetados y aunque nadie deberia de perder la vida por tal acto, no deja de ser un espolio que trae alguna que otra consecuencia.
ResponderEliminarBesos
Así debiera ser siempre Ilesín, pero el afan de expoliar lo enterrado con la persona muerta, todos sabemos que se ha hecho en muchos lugares de nuestro planeta.
Eliminar¿Qué podríamos pensar nosotras mismas si un día lejano, alguien abre nuestra sepultura y nos roba lo que alguien que nos amaba mucho lo enterró con nosotros...?
Si existimos después de la muerte en otro plano, creo que ver como nos tratan, no sé que sentiríamos.
Paz a los muertos y vida a los vivos.
Mi cariño con un abrazo.
Ángeles
Qué historia más fascinante, Angeles, estas cosas que suceden a veces y parecen increíbles son a menudo comunes pero se tiene escrúpulo en contarlas para que no nos tilden de delirantes, la sensibilidad de algunas personas hace que se tengan estas experiencias tan maravillosas y a veces aterradoras, un abrazo!
ResponderEliminarHola Mª Cristina, he dudado en publicar esta entrada, sé que unos me creeran y otros pensarán que he inventado una historia de tumbas y maldiciones. Yo no sé sí la muerte de Jaime y Felipe, fue una casualidad o una consecuencia de lo que hicieron en esa tumba, eso no tengo capacidad de decir por qué fue.
ResponderEliminarLo que sí sé, fue lo que vi y viví al borde se esa tumba abierta donde lloré de dolor por como se había tratado y los restos valiosos que aún había allí y mi hija decidió que volviésemos a cubrir de tierra, para que nadie pudiera enconrar el lugar.
Mª Cristina, desde mi alma siento que tuve que tener estas pesadillas para que los huesos de esta persona que estaban en una bolsa de basura en la casa de Jaime, volvieran a la tierra de donde fueron sacados.
Un abrazo con mi cariño.
Ángeles
Impactante y tremendo relato: "Para ver cosas vivir", y hay cosas que no se deben escudriñar en ellas, porque pueden acarrear serios problemas. Esta vida esta llena de misterios, y hasta que a uno no le toca vivirlos, no creen en cosas que a otros le ha sucedido. Con esto de las tumbas, muertos y demás, no hay que jugar, y en lo desconocido, "creas o no creas" lo mejor es no meterte. Esas muertes pueden ser casualidades, o no; vete tú a saber, lo que puede ser, pero insisto ante los misterioso y desconocido, de no ser uno un experto como tú hija, que muy bien por ella, no te metas en "camisa de once varas".
ResponderEliminarBesos Angeles.
Es cierto Rafa, hay muchas cosas que es mejor no tocarlas, me dio mucha pena volver a cubrir la tumba saqueada con tierra, dejando allí objetos maravillosos, pero supe que mi hija tenía razón, creo que nadie debe desenterrar a un cadaver y mucho menos robarle lo que alquien que la amaba mucho, enterró con ella.
EliminarSé donde se encuentra esa tumba y nunca jamás he vuelto por allí, me sentí muy bien cuando sus huesos fueron devueltos a la tierra y eso fue mi mayor alegría.
No sé si esas muertes fueron casuales, lo ignoro, o si tuvieron que ver algo para poder reparar el expolio del que había sido objeto esa tumba.
Creo que los muertos tienen todos los respetos igual que los vivos, por eso me he atrevido a relatar este suceso.
Un abrazo.
Ángeles
Angeles, qué maravilla de historia, toda una película real, que supera a la imaginación...Imagino cuánto pasásteis tu hija y tu con todo esto...Pero, lo cierto es que la historia aún está viva en sus ruinas y restos arqueológicos y nos piden respeto, sin duda...Mi felicitación por lo bien que has hilvanado la historia desde el principio al fin, amiga...Altea te mira y te agradece tu respeto e integridad.
ResponderEliminarComo ves he vuelto de nuevo, y no te preocupes, tengo tus dos comentarios que acabo de sacar, ya te dije que dosificaría mis tiempos en la blogosfera...Te agradezco tu cercanía y tu cariño, amiga.
Te dejo mi abrazo inmenso y mi amistad. Que Dios te bendiga por todo lo que nos das.
M.Jesús
Es cierto Mª Jesús, nunca llegué a imaginar que podría verme en una situación similar, nunca he visto unas joyas tan lindas, y que fueron devueltas a Mérida anónimamente, por el miedo de las muertes de esos dos amigos de Ramón.
EliminarCreo que existimos después de la muerte, aunque no sepa como, ni donde, y esta experiencia me lo confirmó más. Nunca había oído el nombre de Artea, pero era una llamada angustiosa y busqué en google el nombre, y al saber que era un nombre romano, todo tuvo un nuevo significado para mí...¿dónde estaban los huesos?
Sé que mi hija y yo, hicimos lo correcto y es más, tu me conoces y te aseguro que lloré por Artea...aunque no he vuelto a soñar con ella, creo que descansa en paz.
Mi cariño con un gran abrazo.
Ángeles
Angeles, qué maravilla de historia, toda una película real, que supera a la imaginación...Imagino cuánto pasásteis tu hija y tu con todo esto...Pero, lo cierto es que la historia aún está viva en sus ruinas y restos arqueológicos y nos piden respeto, sin duda...Mi felicitación por lo bien que has hilvanado la historia desde el principio al fin, amiga...Altea te mira y te agradece tu respeto e integridad.
ResponderEliminarComo ves he vuelto de nuevo, y no te preocupes, tengo tus dos comentarios que acabo de sacar, ya te dije que dosificaría mis tiempos en la blogosfera...Te agradezco tu cercanía y tu cariño, amiga.
Te dejo mi abrazo inmenso y mi amistad. Que Dios te bendiga por todo lo que nos das.
M.Jesús
Mª Jesús, cuando se descubrió la necrópolis de Numancia,(qué se había buscado desde siempre sin encontrarla)y estaba en Soria, en las tierras del hermano de Don Jaime de Marichalat, el conde de Ripalda, mi hija participó en su excavación y recuperación de ajuares funerarios y a mí me daba pánico, porque cada día antes de comenzar con la excavación, un sacerdote católico les bendecía y bendecía las tumbas.
EliminarYo pensaba que porque tenía que hacer esto, sino había ningún peligro y Blanca, se lo preguntó un día y la contestó que era para dar la bendición a todos e implorar por los espíritus de los allí enterrados. Luego algo se temerá al profanar su sueño eterno. Mi hija nunca tuvo miedo, yo sí lo tenía, por eso ella supo muy bien que no se debía haber profanado una tumba sin protección y con el único afan de lucrarse.
Mi cariño siempre desde un lugar del corazón.
Ángeles
Apasionante. Toda la historia es hermosa, como de un cuento. Tu hija mostró una cordura y calma envidiable, y tú también. He leído más cosas en tu blog super interesantes...
ResponderEliminarFelicidades por tan magnífica experiencia y por saber describirla tan bien, dejándonos con la boca abierta.
Un abrazo volando en un verso :)
Maite, mi hija es increiblemente honrada y legal con todo lo referente a su trabajo. Y la brutal expoliación de esta tumba, la hizo mucho daño, el pectoral se deshacía al tocarle y era bellísimo, no sé como llegaría a la Junta de Extremadura al ser devuelto... y luego ver con que afan de lucro se había abierto esa tumba y los restos que en ella quedaban como testigos del expolio.
EliminarHicimos lo mejor que supimos y sobre todo después del daño, volver a enterrar los huesos de ese cadaver y devolver anónimamente lo expoliado, aunque esto lo hizo Ramón por miedo con la muerte de sus dos amigos.
Un abrazo prendido en un verso.
Ángeles
He leído los otros comentarios, y siento que se dude de tu palabra. Pero por favor, que eso no te detenga nunca, porque tu blog es un JOYA, y somos muchos los que aprendemos con tus experiencias.
ResponderEliminarReitero mi abrazo en verso :)
No Maite, nunca dejaré de hacer o decir aquello que sienta en mi alma. No sé mentir y no tengo que demostrar nada a nadie, no me importan los comentarios, me importa la paz de mi alma y mi integridad de persona, ese es mi credo.
EliminarSi lo he contado ha sido para exponer el respeto que se debe tener ante lo que desconocemos.
Yo no sé si la muerte de esos dos amigos de Ramón se debieron a una maldición o no, lo que sí sé, es que gracias a esas muertes, se hizo todo lo posible para reparar el daño que se había hecho.
Cariños con un abrazo.
Ángeles
Hola Ángeles, es un maravilloso relato que han ocasionado algún que otro contratiempo, no sé si el suceso acaecido de esos dos personajes fué una casualidad ó no, pero si creo que debería de ser un ejemplo para todos aquellos que se dedican a profanar las tumbas de los demás, (llamémosles seres despreciables), o es que ni a los muertos podemos dejarlos en paz.
ResponderEliminarÁngeles no me alegro de lo sucedido a esos señores, pero quizas haya quien se lo piense antes de profanar lo que no es suyo.
Un abrazo muy fuerte.
Palabras al viento, es cierto que esta entrada ha sido cuestionada, pero eso no me importa, como la decía a Maite y saben los que me conocen, mi palabra soy yo misma y mi sinceridad e integridad de persona, la única bandera que tengo en el alma y siempre ha sido así.
EliminarEsta entrada es toda real, nunca pensé que podría vivir una experiencia así, pero hoy me alegro, sobre todo si con nuestra forma de obrar, llevamos el descanso a la persona allí enterrada.
Un abrazo y mil gracias por tus palabras.
Ángeles
Querida Ángeles, tu relato impresiona pero en ningún momento dudo de tu palabra. Llevo leyéndote bastante tiempo y siempre me has parecido una persona admirable, aunque no te conozca y en todas tus entradas sabes llegar al alma por la sinceridad, la poesía y las vivencias que has transmitido.
ResponderEliminarFelicitaciones por vuestra valentía.
Un saludo.
Es cierto halconcien, has sido desde que comencé mi andadura en mis blog, un comentarista de mis entradas y te doy mis más sinceras gracias por ello. Me conoces un poco y sabes que nunca jugaría con algo tan serio como la muerte o la profanación de una tumba. ¿Con qué ojos podría mirar a mi pequeña Sigrid, a mi familia, a mis amigos o a mis alunmos...?
EliminarLas mentiras tienen las patas muy cortas, y se coge antes a un mentiroso que a un cojo.
Gracias por tu confianza en mí, tienes mi palabra que toda la historia ocurrió como la he narrado.
Un abrazo.
Ángeles
Que impresionante relato Ángeles!!
ResponderEliminarEs una historia fascinante que aunque cuesta de creer nunca pondría en duda viniendo de ti.
Como siempre he quedado atrapada entre tus letras hasta el final.
Tu hija y tu sois unas personas rectas con principios y tomasteis la decisión acertada.
Abrazos
Gracias Marina, creo que me he llevado diciendo en cada respuesta a los comentarios que todo ocurrió como lo cuento, solo tengo mi palabra para demostrar lo que vivimos en esa tarde que nunca debió de suceder, porque la profanación de una tumba, no es nada agradable de contemplar y ver el expolio que se había hecho de ella.
EliminarCreo que si no hubiese sido por la muerte de esos dos amigos de Ramón, todo hubiese quedado en la oscuridad sin salir a la luz, y ellos contentos con el botín que se habían repartido. Pero yo no creo en las casualidades, algo sucedió para que lo robado de esa tumba, fuese devuelto a la Junta de Extremadura y yo soñar con esas pesadillas, hasta que el nombre romano de Artea, lo asocié a los huesos de esa tumba, que estaban en una bolsa de basura...
Algo tan irreal, que solo queda por admitir que todo es realidad y esos huesos han sido devueltos a la tierra, de donde no debieron de salir nunca.
Besitos.
Ángeles
Usted tiene el don real de realtar cosas que al leerlas, somos protagonistas de aquello que usted vive...Cada vez que la leo me deleito en tantas cosas que nos cuenta que, me hace pensar en su magia para relatar lo mágico.
ResponderEliminarBuscador, por favor no me llame de usted, en este medio todos somos amigos virtuales y sin ánimo de sobresalir sobre nadie, usted, no tú, te encuentras entre ellos y yo te lamo de tú.
EliminarCreo que quizá mi inquietud por saber, me lleva muchas veces a situaciones o lugares desconocidos, como ocurrió esta vez. Ramón continúa siendo nuestro amigo, pero fue tanto el miedo y el respeto que tuvimos con este hecho, que nunca jamás hemos hecho ninguna alusión al tema. Creo que le cerramos lo mejor que supimos hacer, con respeto y desde el respeto a la persona allí enterrada.
Amigo, un abrazo con afecto.
Ángeles
La verdad es que la historia me ha fascinado Ángeles, es impresionante. Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
ResponderEliminarGracias Pepe, por tus palabras, yo creo que debieron ocurrir estas dos muertes para que mi hija Blanca supiese de el expolio de esa tumba y se pudiera devolver anónimamente lo robado y dar de nuevo sepultura a esos huesos que estaban en una bolsa de basura.
EliminarCreo que alguien nos guió hasta ese lugar, para reparar la mayor de las ofensas que se puede hacer a un muerto, no respetarle y robarle.
Un abrazo con cariño.
Ángeles
Un relato impresionante, a mi me encantan estas historias, y estoy encantada de haberte leído. Te mando mi cariño. Feliz finde. Un beso.
ResponderEliminarLola, pues nosotras lo pasamos fatal, primero vimos las maravillas que se habían sacado de esa tumba, pero cuando fuimos a ella y vimos el destrozo que se había hecho con ella, sentimos dolor y cuando se enterraron los huesos del cadaver, la pesadilla terminó.
EliminarUn beso.
Ángeles
Fascinante historia, Ángeles y, encantada de volver, después de larga e involuntaria ausencia, a visitarte y leerte, amiga y paisana.Besos.
ResponderEliminarGracias María, igualmente me ha pasado a mí, por motivos involuntarios, no he podido tocar mi ordenador y no había vuelto a poder contestar.
EliminarCariños con un gran abrazo.
Ángeles
Impresionante. Para reflexionar desde luego. felicidades!!!.
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