domingo, 3 de febrero de 2019
POR SAN BLAS LA CIGÜEÑA VERÁS... (3 febrero) editado y publicado.
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A ti que has llegado a mi blog, te recibo con una cálida acogida…¡ se bienvenid@! Los relatos que puedes encontrar aquí, son pequeños ...
Mi mamá me llama todos los días muy temprano, casi al amanecer. Me llevan a Córdoba porque estoy malito y allí hay un médico que según mi madre me va a curar...Todos los días llegan un chofer con otras personas también enfermas y subimos a un monovolumen para que nos lleve al hospital. Las mañanas son frías. De mi boca sale una nube de vapor como si fumara; juego con mi aliento en brazos de mi madre pero ella me tapa la boca porque teme que me resfríe. Todos los días conozcoa gente diferente de mi pueblo que va al hospital. Mi madre a veces llora cuando habla de esta enfermedad. La radio del coche no deja de hablar sobre cosas que comenta la gente y mas que nada, habla de gentes que son sinverguenzas, de personas que son malas y de las necesidades que pasan la gente pobre. A vecesn cuando hay miucha gente en el coche, voy abrazado a mi mama. Siento el calor de su pecho como si fuera la calefacción del coche y sus labuios en mi cara cuando me besa. Saloimos del pueblo cuando el sol no sale todavía. Mi mirada se pierde por la ventanilla viendo como nos adelantan los coches o nosotros adelantamos camiones que van al extrangero según el chofer y yo quiero ser mayor porque me gustaría conducir. El hospital no me gusta. La enfermera siempre me da cosas para que juegue. El otro día me dió un guante inflado que parecía un pollito y otras veces me da un papel para que pinte. Hay mucha gente esperando a esa máquina que me da radiaciones para matar los bichitos malos de mi cuerpo y ya me faltan 14 sesiones para terminar y curarme.
ResponderEliminarCasi llegando a la ciudad, el sol asoma por el horizonte. Es rojo a veces como un tomate y los campos de olivos o verdes por la lluvia se dajan ver. Siempre en el kilómetro 16, hay una torre donde viven un a cigueñas. Les tengo puesto nombre. Mi mamá me dice que vienen de muy lejos pero el chofer nos cuenta que ya pasan aqui todo el año. A veces la veo volar como si planearan a la vuelta, cuando no hace tanto frío. A veces el silencio me da tristeza. La radio del coche me da tristeza y no mme gusta que la gente me mire con tristeza porque estoy malito. Me dusta ver las lucecitas del coche como si fuera una nave espacial y me pierdo en sueños soñando que soy un astronauta. Me duele el cuello. Se lo digo a mi madre y ella se abraza más ami cubriéndome de besos que a mi me dan más tristeza. La señorita de una sociación que ayuda a los enfermos dice que soy un niño muy sensible. Ella me hace reir mucho, se llama Susana. Pero cuando amanece, quiero que mi madre me despierte para ver las cigueñas y al regreso, parece que abandonan su nido para comer. A veces el chofer me sienta delante con el. Me pone música y me rio mucho cuando me enseña las marchas del coche; una vez, cuando salíamos, me dijo que metiera la primera y yo lo hice con mucha ilusión. Sueño por las noches por llevar un coche de mayor. Me faltan 14 sesiones para curarme y el chofer me dice que me llevará a pescar y que en una explanada me dejará el coche para que yo lo conduzca. Mi mama siempre tiene los ojos llorosos y mi padre no sonrie...
Normalmente no leo los comentarios de los demás, pero he visto tanta letra que me ha entrado curiosidad. Solo decirte que me ha parecido precioso y me ha tocado la fibra, como se suele decir.
EliminarUn abrazo.
Una vez nació una niña que no era deseada por su madre. Era la segunda hija de un matrimonio de campesinos muy humildes, su hermano había muerto con dos años y la madre no quería tener más hijos…pero un día una nueva vida comenzó a vivir en su vientre. El feto que era muy, muy listo y sensible, sabía que su madre no la quería y con siete meses, salió de ella, era tan pequeña y frágil que tuvo que ser rodeada de botellas de agua caliente, para sobrevivir, pero su madre tampoco tenía leche para alimentarla y la bebé se moría porque vomitaba todas las leches que la daban. Sus tías la amortajaron, esperando que la niña dejase de respirar…Entonces , llegó una mujer, que al ver el pequeño cuerpecito de la bebé y saber que moría, la cogió en sus brazos y sacándose su pecho lleno de leche porque estaba criando a una hija suya puso en su boquita el pezón, y la niña comenzó a succionar esa leche. El padre pidió a la mujer, que le pidiese todo lo que tenía, pero que alimentase a su hija que moría por falta de alimentos y deshidratación.
EliminarElena, no pidió nada, y alimentó a la bebé un año entero, entre ellas se creó un vínculo que solo ha roto la muerte.
Con un año a esa niña la llevaron al campo, sus padres campesinos humildes, vivían en una pequeña casa. La niña, que andaba desde los 10 meses, aprendió a gatear y caminar con pasos torpes, en el lugar donde la ataban el tronco de una higuera, para que no tuviese ningún peligro… y la niña, comenzó a mirar al cielo azul, a las nubes, a las flores, las mariposas y todos lo que había en su pequeño mundo… y pasaron los días y los meses y la pequeña comenzó a recorrer los caminos y veredas de Malhincada y a ser muy, muy querida por todos los campesinos que habitaban allí.
Ella comenzó a sentirse amiga, del sol, del viento, de la luna, de los caracoles, las ranitas, hasta de las hormigas… fue, fue muy feliz, añoraba a Elena, pero desde chiquita aprendió a no pedir nada… y la Naturaleza en toda su plenitud, la colmó de cariño y se desnudó para ella…
Pero esa niña, no recibió nunca el beso de su madre… sólo tenía a su padre que la llenaba de besos, ternura, cuentos…y eso dolía, dolía porque ella no comprendía este rechazo de su madre sí todos la querían… y ella quería mucho a su madre y soñaba con estar en sus brazos... y sentir su pequeño cuerpo cobijado en sus brazos...
Elda cariño, este post tan largo es en respuesta al de Buscador, no podía escribirlo bajo su escrito porque lo habías hecho tú... y me ha salido bajo del tuyo.
EliminarMi abrazo con cariño
Ángeles, me encanta como escribes; has narrado tu niñez por tierras de Extremadura, de forma tan hermosa y entrañable, que me ha sabido a poco. Y me alegro mucho, de que hallas sido tan feliz, de pequeña.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
PD. Para tu marido, si queréis ver el Puerto de Santa María, en la parte derecha del blog y un poco por debajo de la fotografía de Gustavo Adolfo Bécquer, hay una etiqueta de "Andalucía", ahí, puedes picar en todos los pueblos de Cádiz. Cuando termine con todos los pueblos de Andalucía, empezaré con las actualizaciones de los mismos, ya que tengo muchísimas más fotografías, entonces te preguntaré para que me des su nombre, y le dedicaré con mucho gusto la entrada. Aunque para esto aún faltan unos meses.
Manuel, ya te he respondido en tu blogs, ha sido muy emocionante para Tony, ver el pueblo donde nació y permaneció en él durante 9 años. ha reconocido algunas imágenes, y me ha vuelto a contar historias de su infancia... y como hasta que no llegaba la fecha de la Virgen del Carmen (16 de julio)y se bendecían las aguas, su padre no les dejaba a ninguno de sus hijos ir a bañarse...
Eliminargracias por el momento que hemos pasado recordando vivencias... hasta la del guión, que te he contado.
Borra esa contestación por favor, es que es para morirse de risa.
Ya te he dado todos los datos de mi marido. Gracias por todo Manuel.
Un abrazo con mi cariño.
Muchísimas gracias,querida amiga, por tan simpática historia, y decirte, que he disfrutado mucho leyéndola.
EliminarOtro abrazo.
Manuel, gracias a ti, por tus palabras y el feliz momento que Tony ha recordado. Me dice que ellos vivían frente a las cuadras de caballos de Terry, y como mi suegro era una persona muy importante en el Puerto, él y sus hermanos montaban en unos caballos fabulosos que tenían en las cuadras. Creo que de ahí le viene el gran cariño que les tiene. ¿No tienes ninguna foto de estas cuadras de Terry?
EliminarMi cariño con un abrazo.
Que evocación más hermosa, y aparte de lo hermosa que es por la historia de tu niñez tan dulce y feliz, es una hermosura lo bonita que la cuentas, con tanta sensibilidad que es un verdadero placer leerte.
ResponderEliminarMe ha encantado Angeles porque he visionado perfectamente a esa niña aprendiendo tanto de la naturaleza.
Una dedicatoria maravillosa.
Mis felicitaciones por esa pluma tan preciosa que tienes.
Un abrazo y buena semana.
Es muy cierto Elda, que mi infancia, está llena de anecdotas... una niña sola, asombrada de todo lo que veía y con sus propias conclusiones, que a veces son tan inocentes y llenas de una lógica con mucha ternura... Esa infancia, ha hecho de mí, ser la persona que hoy soy... Me encanta perderme por mis tierras, mi cielo, mi río... y sobre todo con la misma sensibilidad que germinó en mi alma.
EliminarTengo unos 60 bonsais hechos por mí, de todos los árboles autóctonos de España, y ahora muchos de ellos están en flor, porque luego dan frutos, pequeñitos, son una gozada, tener en mi casa, trocitos de Extremadura, con tierra de allí también.
Mi cariño y un abrazo.
Qué recuerdo tan bello y lleno de amor y ternura
ResponderEliminarS.Blas y las cigüeñas siempre de la mano,como tú con tu padre
Besucos mujer encantadora
Gó
Gracias Gó, por tus palabras, amo a las cigüeñas hasta donde alcanzan mis recuerdos, tenían dos enormes nidos en la torre de la derruída iglesia, y me hechizaban con sus zancudas patas y sus vuelos rasantes, eran además los juglares de la primavera, y la primavera, era mágica.
EliminarDesde el corazón, un abrazo.
Hermosos recuerdos de infancia. Que lindo lo narras todo y que maravillosa que fue tu infancia. Fuiste una niña muy afortunada. Una niña que hoy es toda una dama llena de un gran tesoro escondido.
ResponderEliminarDios te bendiga. Un fuerte abrazo.
Me has emocionado Eugenie, por tus palabras... Creo que la mujer que hoy soy, tuvo su nacimiento en este contacto con la naturaleza y el gran respeto a todos los pequeños animales que tenía o veía... No he cambiado mucho Eugenie, hay en mi alma el brillo de esa niña que descubrió sola, un mundo maravilloso.
EliminarDese el corazón, un abrazo.
Tuviste una bonita infancia. Un beso
ResponderEliminarSí, pero también tuve miedos que me herían y una soledad durante el día, de la que no era consciente, porque me pasaba el día hablando con las señoritas flores o mis babosos caracoles.
EliminarMi abrazo con cariño.
Hermosa entrada y hermosa infancia, eso es un lujo, un regalo del universo.
ResponderEliminarUn beso y feliz semana ángeles.
Es cierto Carmen, que me crié como una niña solitaria que humanizó todo aquello que veía, eran mis amigos, con ellos que hablaba e inventaba historías y cuando al terimnar el trabajo del día y llegaba mi padre, él me fue dando valores infinitos, llenos de lo mejor que una niña puede asimilar...Con menos de tres años, conocía el nombre de todas las plantas y pequeños animales...
EliminarDescubrí un maravilloso Universo, que me cautivó para siempre.
Un abrazo con cariño.
Qué bueno conservar estos recuerdos maravillosos de tu infancia y revivirlos con tus cigüeñas de San Blas, Angeles, un abrazo!
ResponderEliminarEs muy cierto maria cristina, que no tenía amigos niños, ni siquiera sabía que existían, sin embargo mi imaginación, creó amigos en cada planta de flores, en cada animal y un inmenso cariño que encontraba siempre en los brazos de mi padre, mi pequeño mundo, estaba completo y era maravilloso.
EliminarBesos con cariño.
Bueno tu post y los comentarios a cual mejor por lo que contáis y lo bien que lo hacéis, un lujo venir a visitarte. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Chelo por llegar hasta mi espacio, estoy evocando retazos de mi infancia y me continuo reconociendo en todo lo que hacía y aún hago. Para mí, parece que fue ayer cuando de la mano de mi padre, recorría los caminos para ir a ver a otros campesinos que me llenaban de ternura y sincero cariño.
EliminarDesde el corazón, besos.
Es una suerte tener tan hermosas raíces y tan bellos y entrañables recuerdos de la infancia y, por lo que dices, demuestra que una criatura no necesita grandes cantidades de juguetes para sentirse feliz, lo fundamental que era el cariño lo recibías y tú aprendías a usar tu imaginación para jugar y divertirte, te puedo comprender porque a mi -por circunstancias sin duda diferentes y en la ciudad- tuve que usar del ingenio y nunca eche de menos los juguetes.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato. Un abrazo.
Francisca, no tenía ningún juguete y como no sabía que existían, no los echaba en falta, era inmensamente feliz con cualquier cosa, y en cada estación del año, la Naturaleza cambiante, me mostraba nuevos incentivos que les hacía míos y llenaban mi pequeño mundo. No podía añorar los juguetes, porque no los había visto nunca y no sabía que existían. Gracias por tus palabras.
EliminarDesde el corazón, un abrazo.
Es curioso como recordamos las cosas de nuestra niñez.
ResponderEliminarYo he vivido siempre en Madrid, pero al principio nuestra casa estaba donde ahora esta la M-30, creo. Todo era campo y casi vivíamos como tu. Tambien cuando iba a ver a mis abuelos a un pueblecito de Toledo...siempre con nostalgia.
Un beso
Así es Mª de los Ángeles, la infancia es una etapa vital en la vida de cada persona, creo que ella marca mucho el alma con las experiencias que vas teniendo y como las vives.
EliminarMe alegra saber que tú también tuviste una infancia llena de luz.
Mi abrazo con cariño.
Que niñez tan dulce y especial,tan sana, tan bonita llena de contactos con Dios en Su naturaleza. Se nota en ti, Anheles, eres especial, con una sensibilidad exquisita.
ResponderEliminarDios te bendiga amiga.¡Gracias por tu compartir! Un fuerte abrazo.
Gracias Marian, por tus palabras que son como vitaminas para el alma. Hoy soy una mujer adulta, pero en mí las semillas de mi niñez, continúan igual.
EliminarCuando voy a mi pueblo, es para salir a respirar la naturaleza al desnudo, tal como la siento en mi alma, y me gusta hablar con los árboles y escucharles a ellos... alguien puede decir que estoy pirada, pero es cierto que los árboles susurran. Un día leí que personas sensitivas, pueden sentir como fluye la savia por el tronco, desde la raiz a las ramas y me quedé alelada, porque yo he escuchado ese fluir muchas veces y mi padre también lo sentía, fue él quien me enseñó a escuchar a los árboles y a respetar a todo lo que había en mi pequeño mundo.
Un abrazo con cariño.
Ay Ángeles, que me llevas a mi infancia, pues he vivido las mismas cosas y otras también diferentes, algo escribí sobre esas vivencias, hace ya muchos años quedan mucho atrás ya en mi blog, pero no con la facilidad y belleza con la tu escribes.
ResponderEliminarFue un placer leerte, no te escribo mucho, pues lo hago con una sola mano estoy esperando para operar la otra.
Un abrazo y mi gratitud.
¡Cómo me alegro Marina que te haya hecho revivir tu infancia! Fue muy linda, apenas sin nada éramos felices, bueno, yo tenía en mi jaulón, que me había hecho Paco el cabrero, tórtolas, palomas, codernices y hasta grillos capa-rey, que eran los que cantaban sus serenatas...Deseo que ya estés recuperada de tu mano y te hayan operado de la otra y poco a poco, vayas encontrándote mejor. Te envío vitaminas de cariño y ánimo.
EliminarUn beso con cariño.
Angeles, me encanta que nos relates tus recuerdos de niña junto a la naturaleza, por que ahí conocemos directamente todas las virtudes y valores...la generosidad, la sencillez,la humildad, la paciencia y la lucha por la vida con riesgo y valentía...Conociste todo ello de primera mano. Tu alma se llenó de belleza y grandeza y todo ello podemos verlo en tus escritos, donde la imaginación y el amor se dan la mano para crear y recrear la vida.
ResponderEliminarLas cigüeñas son preciosas, siempre las admiré en la torre de mi pueblo, amiga...Ellas son embajadoras de la primavera.
Te dejo mi felicitación y mi abrazo siempre, Angeles.
¡Qué lindo es lo que dices Mª Jesús, es cierto que desde que tuve ya un año, mis padres volvieron a su vida de siempre en el campo. Era la segunda hija para ellos, mi hermano mayor murió con dos años y creo que mi madre nunca se recuperó de esa pérdida, por eso siempre era mi padre el que me mostraba las maravillas de la naturaleza y yo aprendí a estar sola y a hablar con cualquier cosa que encontrase en mi pequeño mundo, desde una margarita, hasta un escarabajo pelotero que me hipnotizaban con su bola de "caca" arrastrándola hasta esconderla donde ya dejaba de verlos. Hay un mundo de vivencias en mi alma desde mi niñez, a pesar de estar sola casi todo el día, mi madre trabajaba en la huerta y mi padre en la dehesa del Fondón, yo era inmensamente feliz, con las pequeñas cosas que formaban mi mundo. Una vez tuve una cigüeña a la que llamé Caramelo, mi padre la trajo con un ala rota y se la entabliyó y hasta que se curó, yo era su enfermera y me pasaba las horas cantándola y contándola historias para que se pusiese buena.
EliminarMi cariño con un abrazo.
Muy bonitos recuerdos!!, yo hace años que no he visto ninguna cigüeña, son preciosas ya que siempre escogen un bonito lugar en donde posar.
ResponderEliminarLo que recuerdo son las coquetas de San Blais que compraba mi madre y las iba a bendecir en este día.
Un abrazo.
Mari-Pi-R, a 12 Km de mi pueblo, está el Gordo, que es el pueblo con la colonia de cigüeñas más grande de España, y es una gozada verlas por los humedales, buscando su comida. Han tenido que hacer muchos nidos artificiales, porque hundían los tejados de la iglesia o de algunas casas... Y lo que es increíble, son las cigüeñas negras, son una minoría, pero son muy lindas.
EliminarDesde el corazón, un abrazo.
Hola Ángeles, que entrada más linda y más emotiva. Creo que depende de los recuerdos que guardamos de nuestra niñez, es el camino que marca nuestra vida. Y tú has tenido la suerte de tener una infancia rodeada por la magia de la naturaleza. Las cigüeñas cada vez que voy a mi pueblo disfruto mucho de ellas están por todas partes.
ResponderEliminarAbrazos muchos!!!
Tengo escrita una novela que llamo "La niña chica" en ella narro en primera persona, muchas de mis vivencias de una infancia muy feliz y con sustos grandes, que también los tuve.
EliminarCristina, a pocos Km de tu pueblo, está El Gordo, que es el pueblo con la colonia más grande de cigüeñas de España, por eso ves tantas cuando vas a tu pueblo, ellas buscan su comida, por los humedales que tienen cerca. Cuando era pequeña, formaba parte del coro de mi iglesia, y la señorita Encarna tocaba el órgano de la iglesía y cuando ella no había llegado, yo subía por unas emponadas escaleras hasta donde estaban las campanas y desde allí, casi podía tocar a los cigüeñinos, que eran un remolino de plumas plumosas, eran preciosos... y estaban en sus nidos, siempre al cuidado de uno de los padres, ayyy que recuerdos Cristina.
Abrazos, muchos más con cariño.
Que bellos recuerdos de tu niñez y que bien narrados, me gustó mucho!!, me hizo recordar un poco la mia, como hija única jugaba con todo lo que encontraba. Un gran abrazo
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bienaventurada, creo que los niños de nuestra época, tenemos ecuerdos bonitos de nuestra infancia, no teníamos nada y lo teníamos todo, porque todo era motivo de asombro y nos parecía un tesoro.
EliminarMi cariño con un abrazo.
Recuerdos que quedan para siempre, y que puedes visualizar solo cerrando los ojos.
ResponderEliminarNo son propias de mi ciudad, pero loas busco en sus nidos, cuando viajo.
Así es Marcos, estos recuerdos continúan vivos en la memoria del alma y por siempre continuarán ahí. Tengo la suerte de poder recorrer los mismos lugares que marcaron mi infancia, pero también la de sentirme parte de una Naturaleza que siempre espera ser descubierta y llenar el alma de paz.
EliminarDesde el corazón, un abrazo.
Doy gracias a Dios por su vida y por darno vida en cada palabra que escribe, gracias, por su sencillez, y su sabiduría que Dios ilumine y llene su vida en todo momento por muy difícil que sea, ÉL camina siempre a su lado, reciba mi fuerte abrazo y mi pobre oración por usted.
ResponderEliminarMil gracias FLOR DEL SILENCIO poe sus palabras, que son vitaminas para mi alma. Aprendí a amar a Dios, porque todo lo que veía, preguntaba... ¿y esto quien lo ha hecho? y mi padre con toda sencillez me decía que lo había hecho Dios y yo lloraba porque quería verle... esto si me causaba angustia, yo quería ver a Dios, pero como estaba más arriba que las estrellas, daba cada grito que asustaba a los pájaros, hablando con Dios, así en la naturaleza apredí a amar a quien había hecho tantas maravillas.
EliminarUn abrazo de luz para usted.
Muy dulce y bonito lo que relatas.
ResponderEliminarRecuerdos que quedan por siempre.
Un beso.
Gracias AMALIA por las palabras que me quedas en mi blog. Es cierto, son recuerdos que siempre quedarán en la memoria del alma.
EliminarBesos en lluvia.
Me gustan las cigüeñas y el sabio refranero. Hermosos son los recuerdos de la buena infancia y que bello es el campo para quien sabe ver en él su grandeza. No pierdas nunca ese deseo de escapar a los brazos de la madre naturaleza, sé que gozas de ella todo lo que puedes.
ResponderEliminarMe encanta venir a leerte, ya lo sabes. Mi abrazo y que tengas una buena semana.
Espero y deseo que tu padre esté mejor Loli. Es cierto que los recuerdos de nuestra infancia sean buenos o malos, marcan mucho nuestra vida. Tú sabes cuanto me gusta perderme en la Naturaleza virgen, con el alma abierta a las sensaciones y emociones que siento, es maravilloso escuchar el silencio del silencio.
EliminarMi abrazo, hoy y siempre Loli.
Que bello el compartir de tu infancia, sin duda habrás sido muy feliz
ResponderEliminarPaz
Isaac
Sí Isaac, con luces y sombras como en cada etapa de la vida, aunque yo siempre veía la belleza de lo que me rodeaba, veía o sentía. Era una niña sola durante horas, que llenaba con mis amigos, las flores, los pequeños animales o con los brazos recios y acogedores de mi padre, que me enseñó a valorar y respetar todo lo que había en mi pequeño mundo.
EliminarUn abrazo con cariño.
Son recuerdos maravillosos que siempre guardaremos en el corazón y ya forman parte de nuestra manera de ser.No todos hemos podido disfrutar de la naturaleza en nuestra niñez.
ResponderEliminarMi intención es contestar a tu cariñoso comentario y decirte, que las vitaminas que me has mandado, hacen efecto a medida que el tiempo va pasando, que he aprendido a afrontar pérdidas, pero que, de momento, trato de evadirme con otras cosas.
¿Sabías que asisto a clases en la Universidad de mayores?
Nunca he sentido pasión por la Historia y este cuatrimestre tengo a un profesor que la vive y contagia, estoy encantada.
Mil gracias por acordarte de mí.
Cariños.
kasioles
Querida Kasioles, aunque no nos hayamos visto personalmente, por este medio virtual se llega a querer a las personas y a sentir una afinidad muy grande con ellas. Para mí tú eres una de esas personas, me encantaba leerte y ver el diálogo que siempre mantenías con tu madre, quizá porque yo no pude hacerlo con la mía.
EliminarMe alegro mucho que te hayas decididi a estudiar Historia, es una gozada, mi hija es licenciada en Historia y luego se marchó a Roma donde estudió y se diplomó en Arqueología. Yo me fui por Filosofía y Letras, pero hice dos cursos de Historia porque me convalidaban muchas asignaturas. Me alegro infinito por tu decisión.
Desde el corazón, un abrazo.
¡Qué maravilla de recuerdos, qué afortunada y rica ha sido tu infancia! El contacto con la Naturaleza es de las cosas más bellas que nos puede dar la vida.
ResponderEliminarGracias por compartir tus recuerdos. Un beso
Es cierto Nena, hoy lo pienso y me digo que mi ángel de la guarda debía tener conmigo un trabajo extra, porque nunca me pasó nada grave, eso sí, yo era muy buena y sabía que no podía entrar en las huertas, porque había pozos y en los pozos estaba LA MANO NEGRA...una enorme mano que me cogería de los pelos y me llevaría al fondo del pozo, donde, ñan, ñan, ñan me comería...
EliminarDesde el corazón, abrazos.
Es muy bonito tu relato. La primavera ya la tenemos a la vuelta de la esquina, con sus pólenes (Alergia, ufff) y toda la maravillas que la acompañan. Muy bonito todo lo narrado, bonitos recuerdos.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Es cierto que la primavera ya está llegando, se nota en el despertar de la vida que estaba aletargada. Siempre ha sido una gozada poder vivirla, beberla, tocarla, sentirla...
Eliminar¡Gracias por las palabras que me dejas en mi blog.
Cariños con un abrazo.
Que recuerdos mas preciosos querida amiga son esos recuerdos que jamas se olvidan una infancia feliz. Mil besicos preciosa
ResponderEliminarEs cierto María, y lo mejor es que he podido volver a vivirlos con mi hija, mis sobrinos y los hijos de mis amigos que siempre se apuntaban a perderse por el "Campo Mágico", les he llenado de ilusión, fantasias, sueños y sobre todo mucho respeto por la naturaleza, quizá yo debí de vivirlo para poderlo enseñar a otros después.
ResponderEliminarMi cariño con un abrazo.