sábado, 22 de noviembre de 2014

ATARDECER MÁGICO

El atardecer era increíblemente bello...las nubes se difuminaban por un cielo cambiante, lleno de una ambarina luz que presagiaba la despedida del día...
Había estado intentando pescar en la dulce tarde de un otoño todo de oro, el sol doraba los fresnos y sauces con sus hojas bruñidas y sepias, ya semidesnudos que rodeaban la orilla del río, un río perezoso qué lentamente fluía salpicando los juncos y las nabinas, cantando una nana somnolienta y fría. No había tenido ninguna picada, los peces debían estar mimetizados en el fondo del río, preparados para el letargo que vestirían los días fríos del invierno en una tarde que ya no era muy cálida.
No me importaba, bebía la belleza del paisaje, era todo de una armonía infinita, donde se escuchaba el silencio del silencio, había una paz de mieles, donde ni el canto de los pájaros rompía el momento, el viento fresco se enredaba en los pinos cercanos...y me sentía bañada por una luz púrpura con la que se despedía la tarde, el crepúsculo se vestía de matices impensables, escarlatas, sepias violeta y dorados...
De pronto sentí que alguien llegaba hacía el río muy cerca de donde yo estaba y los vi, eran unos caballos trotando despacio con sus potrillos, me quedé asombrada y presa en la belleza de sus cuerpos, qué lucían un pelaje brillante y daban con los belfos a los pequeños que se rezagaban, obligándoles a continuar hacia el río, se fueron acercando a él para beber antes que el día terminase su edad de luz…
La variedad de sus colores, alazán, roano, negro, blanco, tordo... se destacaba sobre el verdor que aún vestía la tierra próxima al río, con sus crines al viento hechizaban con sus movimientos y caricias hacia los potrillos que movían sus patas en un juego amoroso y de complicidad.
El momento se llenó de magia...me parecía estar en el mundo de la fantasía donde todos los sueños se hacen realidad, donde el alma acoge los ecos de ese mundo y bebe de ese momento hechizante.
  Parecía un sueño donde los colores del atardecer hacían más irreal el momento...
No me atrevía a moverme por miedo a espantarlos, pero cuando uno de ellos se acercó a mí y me dio un suave empujón con su cabeza, supe que me habían visto, pero me habían aceptado como parte del paisaje, o como alguien que no les podía hacer daño...
Cerca de mí, había muchas matas de verdolaga, me atreví a cortar una y acercarme al caballo que me había hecho su particular saludo, me encantan los caballos, me llevan a mi infancia donde montada en uno de los dos que tenía mi padre, recorría muchas veces los senderos del Ejido o Malhincada  respirando el sol, el aire, la luz, la libertad y llenando mi alma de la pureza sin mancillar de los paisajes de mi tierra.
Recuerdo otra vez que mi abuelo me enseñó un potrillo recién nacido… ¡era la cosa más linda que yo había visto nunca! fue como un juguete al que podía acariciar, tocar, y él me lamía la cara entre mis gritos de alegría y risas, me sumergí en esos sueños de mi infancia, que están en la memoria del alma como chispas de luz...
Volví al presente, cuando un potrillo se acercó a mí a comer las verdolagas qué les ofrecía, ellos no me tenían miedo, ni yo a ellos, no les conocía, pero si sabía como tratarlos, los caballos son increíblemente pacíficos y recordando mi infancia, jugué con ellos, les hablé diciéndoles palabras bonitas…y les acaricié tímidamente, primero su cabeza y después su cuerpo arrullándoles con  palabras llenas de mimos y ternuras, era un momento mágico qué estaba viviendo en esa tarde otoñal, me sentí de nuevo como la niña que fui y doró mi niñez.
Era un sueño, un hechizo, los caballos comían las verdolagas que les arrancaba, pero los potrillos siempre llegaban más tarde y se quedaban sin ellas, entonces arranqué varias matas y con mis brazos llenas de ellas, se las fui ofreciendo...¡era un momento mágico, un juego encantado! donde como en un bonito sueño, el atardecer era único y lleno de luz.
Al mismo tiempo, unos bebían del agua del río y otros retozaban con empujones y cabezazos entre ellos… Todo estaba bañado de belleza, de una armonía donde la naturaleza al desnudo, me ofrendaba el privilegio de vivir estos momentos…
Después uno de ellos comenzó a desandar el camino que les llevó hasta el río, y todos le fueron siguiendo, no sé de donde habían venido, ni donde se marchaban, ellos conocían su camino, mientras en mi alma se reflejaba la añoranza de su marcha.
¡Me volví a quedar sola, el sol, ya había pasado las sierras verdinegras, y el crepúsculo se fue tornando frío y oscuro, pero en mis manos y en mi alma, continuaban llenas de la luz de oro de ese atardecer mágico que acuno en la memoria del alma!

47 comentarios:

  1. Realmente no sé qué decir ante tal hermosura. UNA BELLEZA ! Todo tu relato es, además de perfecto en cuanto a la forma, un gozo parallerle. Las imágenes acompaña esta entrada FASTUOSA. Esos caballos son de ensueño. ¿Qué más puedo decir ?Un trabajo deslumbrante Angeles !
    Te dejo el homenaje de mi admiración.
    Besos de luz.

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    1. Hola mi niña, eres un cielo de persona, tus comentarios siempre están llenos de luz y llegan al alma, mil gracias Mª del Carmen por estar en mi presente.

      Los caballos siempre son maravillosos. Mi amigo Álvaro se dedica a la doma de caballos, y tenía uno muy rebelde al que tenía apartado de todos, pues entré donde estaba y comencé a decirle palabras bonitas, y el rebelde caballo se me fue acercando y comió de mis manos...¡no se lo podía creer! quizá otro día narre esta historia.

      Te envío un abrazo con todo mi cariño

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  2. Una mágica tarde donde el recuerdo y la realidad se fundió. Muy bonito y sensible el relato. Besicos.

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    1. Gracias trimbolera por tus palabras, es cierto que fue una tarde mágica, salgo mucho al campo cuándo voy a mi pueblo, y me han ocurrido cosas maravillosas... y otras...menos buenas, casi de terror.

      Un abrazo con bridas de felicidad.

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  3. He ido de pesca, he disfrutado el paisaje, he dejado volar mis sueños, pero nunca han aparecido caballos, nunca ni en mis mas preciosos sueños he sido capaz de soñar lo que nos cuentas, y decido que tu relato es real. Un abrazo preciosa

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    1. Ester, todo lo que cuento sucedió así, mi relato es totalmente cierto, y me ha ocurrido en dos ocasiones. Las grandes dehesas que limitan mi pueblo, continúan siendo de la nobleza o de algún torero que las ha comprado, y con su gran extensión la dedican para varias cosas.

      Te envío un abrazo con aromas de brezos.

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  4. Que bonito atardecer que nos narras, por un momento he quedado atrapada en los colores dorados y ocres de las hojas y los colores rojizos de esta estación el sol al fondo que nos dice adiós.
    Me encanta tu forma de escribir, tus palabras producen en mi paz , sosiego, ternura todas estas emociones juntas.
    Besos

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    1. Me dices unas maravillosas palabras, referente a mi forma de escribir, y es que lo narro desde el alma y quisiera siempre poder hacer sentir a quién me lea, lo que habita en mi corazón.

      Los atardeceres de Extremadura, tienen matices de colores impensables, se fusionan unos con otros y es una gozada ver como el sol huye tras el horizonte.

      Un abrazo con alas de luz.

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  5. Pura magia Ángeles, pura magia la de compartir tan bellos instantes con esos espléndidos animales, tan elegantes como fieles.
    Yo siempre lo siento como muy señoriales, muy amigos de conseguir acercarte a ellos desde el corazón. Así, como tú lo hiciste y ellos te llevaron a retroceder a tu infancia, a tus recuerdos, a tus cariños...
    Me ha encantado leerte.
    Besos.

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    1. Gracias Marinel por tus palabras, yo así lo sentí y viví, como una tarde mágica... no sólo por ese atardecer, si no por la aparición de esos caballos y como viví el momento.
      Los caballos son mi debilidad entre todos los animales, algunas veces hasta he alquilado uno es uno de los picaderos que tiene mi pueblo, sólo por el gozo infinito de montar en ellos, y trotar respirando sobre todo libertad.

      Cariños con un abrazo.

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  6. Un bello relato en el que he encontrdo un par de metáforas que me han encantado: "había una paz de mieles" y "el día terminase su edad de luz".
    Por cierto, dado que no sabía que eran las verdolagas, me he ido al diccionario y veo que también se usa como verdura ¿son buenas? Saludos

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    1. Hola Felipe, gracias por llegar a mi blog. ¿no sabías lo que son las verdolagas? son la hierba más apreciada por todos los animales que se alimentan de ellas, Dios, las que habré cogido de pequeña entre los surcos de la tierra de regadío, para que se alimentasen los animales que tenía mi padre.

      Y ahora han descubierto que es una de las mejores hierbas que hay en los campos y se come como ensalada cruda, y refrita con huevos escarchados. Yo en ensalada la he probado y está muy buena, lo que ocurre es que como siempre la cogía como alimento de conejos, cerdos, mi burra Sabina, o los dos caballos de yunta que tenía mi padre, pues me da, un poco de yu-yu, pero está muy rica.

      Además la verdolaga solo crece en las mejores tierras, en eso aprendí a conocer cual tierra era mejor o peor.

      Un abrazo cn cariño.

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    2. He mirado las fotos de verdolagas y parece que son las plantas que aquí llamamos siemprevivas por lo difícil que son de erradicar. Un abrazo

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  7. Hermoso!!!!!
    Un relato pleno de sensaciones , emociones y sentimientos que hacen vivir cada momento, sentirse protagonista de ese bello paisaje y vida.
    Todo coronado con bellísimas imágenes
    Felicitaciones Ángeles
    Cristina

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    1. gracias Cristina por tus palabras en mi blog, es muy cierto que me impactó el alma esa tarde, no sólo por los colores del atardecer, si no por el maravilloso encuentro con esos caballos, que no huyeron de mí, ni yo de ellos, y les pude acariciar la cabeza o el cuerpo.

      Un abrazo con brisas de sol.

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  8. Ángeles, has dado con mi punto flaco, LOS CABALLOS, es una pasión que tengo desde niño, así que puedes imaginarte lo que he sentido al ver tu relato y disfrutar de esas fotografías con esos animales que para mi son bellos, tanto en su estampa como en su colorido. Te doy mi enhorabuena y mi más admiración por haberme dado la oportunidad de ver esas fotografías y tu relato..
    Un abrazo muy fuerte.

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    1. Palabras al viento, como se conoce tu cercanía a los caballos, creo que en tu país hay muchos, no sé a qué te dedicas, pero seguro que has montado en caballos alguna vez, cuando se tiene un sueño en el alma, hacemos todo para poderlo realizar.

      Me alegro que te haya gustado mi entrada y gracias por tus palabras.

      Un abrazo cruzando el océano.

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  9. En una paz de mieles...

    Qué más puedo yo decir, cuando la magia de lo hermoso acuna la fantasía de tu pluma.

    Besitos, Angeles

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    1. Mayra, gracias por tus lindas palabras, hay en mi alma un mundo de vivencias que son como vitaminas de luz que me acarician y llenan de paz, este relato en una de esas vitaminas, lo he vivido en dos ocasiones muy similares... lo malo fue una vez que una manada de vacas o toros llegó a beber al río, y solté la caña y salí corriendo a meterme en el coche, llena de miedo.

      Te envío un gran abrazo desde la distancia.

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  10. Angeles, no sé si lo que nos cuentas es real o imaginado, pero quiero creer que es cierto, porque tu lo has vivido en tus letras con total intensidad y nos has hecho partícipes de ello...Un lujo leerte y sentir esos caballos llenos de magia y misterio, que te transportaron en el tiempo y te trajeron tu infancia, que renovó tu alma por momentos...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por la belleza en la forma y en el contenido, Angeles...Feliz semana, amiga.
    M.Jesús

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    1. Hola Mª Jesús, el relato es totalmente real, y mis palabras son pobres para describir lo que ocurrió, me faltan palabras para poder expresar los sentimientos vividos, un atardecer impensable, que hubiese llenado de luz los pinceles de cualquier pintor del impresionismo, y después la mágica aparición de los caballos.

      Estaba pescando en el río Fresnedoso ( afluente del Tiétar) y creo que los caballos vinieron de la dehesa Los Millares, o del Ejido Grande, ya que las dos lindan con el río... fue mágico, como un sueño de fantasía, y estas emociones me volvieron a mi infancia en el campo, donde era una niña en un mundo de adultos y todos los animales eran mis mejores juguetes, comenzando por los caracoles, que tenía en un bote de hojalata, o la burra Sabina que me debía de querer mucho, porque aguantaba que yo la peinase la cola, con una paciencia "burreril" que hoy me asombra.

      Todo mi cariño con aromas de brezos en flor.

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  11. Querida amiga, me he adentrado tanto en tu narración que me ha parecido estar allí. Tú les diste y ellos te dieron. Qué magnífica tu forma de expresarte y qué tarde más deliciosa para el cuerpo y para el alma.
    Que tengas una buena semana. Un abrazo

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    1. Ay Loli, qué alegría tenerte de nuevo en mi espacio. Es cierto lo que dices, "tú les diste y ellos te dieron", eso ocurre siempre en la Naturaleza, lo que tú das, te lo devuelve aumentado, y con los animales ocurre lo mismo.

      Y también es cierto que fue una tarde maravillosa para el alma sobre todo, porque los sentimientos que viví, a veces me faltan palabras para darlos vida.

      Un abrazo y una muy feliz semana.

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  12. Me parece tan hermoso tu texto... Creado no sólo para el recuerdo, también para el presente embellecido por la presencia de tan nobles animales... Siempre es un placer seguirte. Besos.

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    1. Gracias Julie por tus palabras, es cierto que lo ocurrido esa tarde siempre quedará en mi alma, hay experiencias que parecen mágicas, y esta es una de ellas.

      Jujie, no puedo entrar en uno de tus blog, sólo en el de Magias de México, donde tú escribes los poemas no sé hacerlo.

      Un fuerte abrazo con rayos de sol.

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  13. Que recuerdos y que texto más implacable; y si son las imágenes, una auténtica delicia.

    Besos Ángeles.

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    1. Mil gracias Rafa por tu comentario en mi blog, lo más maravilloso que tengo de esa tarde, son los sentimientos que quedaron sembrados en la memoria de mi alma, desde donde los he sacado para escribir el texto.

      Un abrazo con cariño.

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  14. Boquiabierto estoy con la lectura de tu maravilloso relato de un más que mágico atardecer. Es impresinante el lirismo de tu prosa poética, amiga y paisana, Nines. Me ha encantado y conmovido de principio a fin: "el día terminaba su edad de luz" " se escuchaba el silencio en una paz de mieles"...

    Un gozo enorme leerte. Felicidades y besos.

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    1. María tú sabes como son muchos de los atardeceres de nuestra tierra, hay una magia especial en ellos y en los ecos que se escuchan, es beber la paz y la libertad al desnudo. Y la aparición de esos caballos hicieron que ese atardecer, quedase por siempre en la memoria de mi alma.

      Gracias por tus palabras, te envío desde este Madrid, donde diluvia, un abrazo grande con unos rayos de sol. Besos.

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  15. Los Recuerdos de la Infancia son los mejores y más duraderos que podemos conservar, y si son acompañados de este paisaje maravilloso de Otoño junto con esos caballos y potros tan mansos y cariñosos; la escena se convierte en idílica y paradisíaca.
    Como siempre ha sido un placer leerte y acompañarte en este fantástico paseo.
    Abrazos y Besines.

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    1. Es cierto que los recuerdos de nuestra infancia son casi todos de luz y no se borran jamás de la memoria del alma, además es que para mí estar en plena Naturaleza me llena de sentimientos y vitaminas el corazón.

      Esa tarde mi encuentro con los caballos fue mágico, me maravilla su inteligencia y como comprenden lo que hablas, mi amigo Álvaro se dedica a la doma de caballos, y si hay alguno rebelde, los pone aparte.

      Y este verano fui a verlos, y aunque me dijo que no lo hiciese que era muy peligroso, conseguí que el caballo rebelde me aceptara, comiera de mis manos y me dejó pasarle la mano por la cabeza y el lomo. Siempre diciéndole palabras suaves y bonitas, fue también algo maravilloso.

      Un abrazo y feliz fin de semana.

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  16. Pero qué buen momento. La naturaleza a veces ofrece unos regalos así. Ahora bien, el testigo de tales instantes tenía que ser alguien que, como tú, no se asustase de estos animales. Cualquier falta de sintonía con ellos hubiese echado al traste con esa mágica confianza mutua arruinando el encuentro precipitadamente. Digo esto porque, aunque confieso mi admiración por los caballos, su estampa, su fuerza, su inteligencia, su generosidad, no obstante todo ello su tamaño y brío impone que no veas.
    El texto es parte del mensaje lleno de magia, por supuesto.

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    1. Es cierto dafd, la Naturaleza nos ofrece muchas veces bellos momentos, para mí el caballo es mi animal favorito ( y mi perrita Luna) y ni me asusté, ni me moví, comencé a hablarles con calma y mucha dulzura, ya me ha pasado más veces con otros caballos, desconocidos para mí y a los que he podido acariciar hablando con ellos, por eso te digo que son muy inteligentes y no sé si es el tono con el que se les habla, o el cariño que captan en la voz.

      ¡Lo cierto es que esa tarde fue mágica, en un atardecer lleno de colores y el oro de su luz.

      Un abrazo y feliz fin de semana

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  17. Ángeles, un relato muy bonito y cada vez me quedo mas admirado.
    Un abrazo muy fuerte.

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    1. Hola letras de papel, sólo cuento lo que me ocurrió esa tarde que para mí estuvo llena de magia, no por los colores con los que el sol se despedía en la tarde, sino en ese acercamiento que me hizo poder acariciar a unos magníficos caballos, que me dieron su confianza al aceptarme y dejar que les acariciara.

      Un abrazo y feliz fin de semana.

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  18. Sí todos los atardeceres son así, voy a comenzar a disfrutarlos desde este que nos has hecho vivir Angeles. ¡Precioso! Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.
    @Pepe_Lasala

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    1. Claro que sí Pepe, debes disfrutar de atardeceres o amaneceres, que empapan el alma de luz y sientes la grandeza de la Creación, he vivido muchos, muchos de ambos y puedo decirte que no hay dos iguales, sientes que tú también formas parte de ese Universo en el que te sumerges todo lleno de armonías y luz.

      Un abrazo y feliz fin de semana, aunque esté pasado por agua, como ahora diluvia sobre Madrid.

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  19. ¡¡¡ QUE COSA MAS LINDA , QUERIDA AMGELES !!! LOS CABALLOS SIEMPRE ,ME ENTUSIASMARON... ES UN ANIMAL HERMOSO Y MAJESTUOSO Y ELEGANTE CUAL NINGUNO ... TIENE MUCHO PORTE...¡¡¡QUE BONITO DEBE SER ACARICIAR A LOS CABALLOS ¡¡¡ NUNCA TUVE OCASIÓN DE ELLO...SON MUY INTELIGENTES , SEGÚN SE OYE... UN ABRAZO

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    1. Tienes toda la razón Conchita, los caballos son unos animales maravillosos y muy inteligentes, si te acercas a ellos con palabras de mimosa ternura, no huyen aunque no te conozcan, acariciarlos es una gozada, entienden lo que les dices, y algunos hasta te suelen empujar con la cabeza.
      A mí me encantan y cuando voy a mi pueblo casi siempre voy al picadero y alquilo alguno, sólo por la infinita felicidad que siento cuando cabalgo en ellos.

      Un abrazo con aromas de Navidad.

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  20. ……………………………♥besos
    …………………………..♥.besos
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    .♥………………………..♥..♥..♥para ti
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    ……♥………………………….♥para ti
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    ……………♥…………..♥para ti
    ……………….♥…….♥para ti
    …………………♥..♥para ti
    ..............................................★MaRiBeL★

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    1. ¡Guauuuuu, qué cosa más linda eres capaz de hacer con los comentarios MaRiBeL, son una preciosidad, gracias por regalarme esta joya.

      Un abrazo con brisas de Navidad.

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  21. Hola,Ángeles...como ves, de tarde en tarde, paso a saludarte...siento la tardanza, pero es que me atrapa el facebook...y paso allí los ratitos libres. De todas formas, quería felicitar las fiestas navideñas a mis amistades blogueras ...y aquí estoy. Tu relato me ha encantado...¡son preciosos los caballos! a mí me encantan, aunque desde pequeña no monto en ninguno. Un beso grande...y hasta otro ratito.

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    1. Hola Francis, por eso yo no tengo Facebook, no puedo porque siempre me falta tiempo incluso para publicar en mis blogs.

      Mis gracias por tu felicitación navideña, te deseo la misma, pero elevada al cuadrado, sobre todo en salud, amor y trabajo, que como están las cosas, el trabajo casi es un lujo.

      Un gran abrazo con aromas de Navidad.

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  22. Ángeles, que atardecer mas hermoso y bello, con esos paisajes y los caballos que engrandecen el relato. Muchas felicidades y que pases un buen fin de semana. Un saludo.

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    1. halconcien,( ahora lo he escrito con minúscula y sin acento) gracias por llegar hasta mi blog, los paisajes de mi tierra son maravillosos, y sobre todo los amaneceres y atardeceres están llenos de una luz especial que acaricia el alma.

      Los caballos son criados en las dehesas y preparados para ser montados en un hipódromo y eso sí que me da mucha pena, ver como se les fustiga en una carrera, me gustan muchísimos, pero verlos en libertad.

      Un abrazo con brisas de felicidad.

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  23. Mirta, que dulces palabras dices, son sentimientos de luz nacidos desde el alma, gracias por dejarme tu huella en mi blog, y me encantan esos dibujos de corazones y estrellas, son preciosos.

    Te envio un abrazo con la calida amistad que he comenzado al encontrarte por primera vez. Se muy feliz.

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  24. Hola
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